Yo no soy como tú...
tu fuerza vive dentro de tu alma.
Esa alma fortalecida que en tiempos de zozobra
ha servido de apoyo a tu cuerpo atormentado.
Ahora lo entiendo...
Ese brillo de belleza en tus ojos,
de extraña calma que siempre me acariciaron...
me hicieron creer en una grandeza que no tenía...que no era mía!
Demasiado tarde?...Tu alma se está alejando...
me esfuerzo por alcanzarla,
quise abrazarla con mi cuerpo confundido por su fuerza efímera...
y tu alma se sigue alejando.
Se lleva consigo su brillo y su grandeza...
Inútil esfuerzo, la debilidad se hace presente,
mi fuerza se diluye,la exprime el tiempo...
...y una lágrima brota.
Como un último suspiro de agonía...
como el último grito desesperado por alcanzarte...
de mi alma que se ha librado de su encierro...
...te amo!
Sólo fué un murmullo de mi alma desesperada...
ya no lo escuchaste...me he quedado atrás.
Oh!, Dios, has detenido tu andar...
ese fulgor de esperanza solo duró un instante, un soplo.
Ví que esa alegría que te permitía regalarme tu indiferencia...
indiferencia que poco a poco me ha sepultado...
se ha tornado en angustia...en tristeza.
El sacrificio de una madre es ilimitado...
no, no ...prefiero la obscuridad a ver tu alma sin brillo.
Ya estoy atráz ...lo he entendido.
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