A veces tengo la sensación de estar viviendo experiencias que había tenido en período en que era alunmno de colegio, en que había el típico alumno que no paraba de incordiar para llamar la atención y sentirse importante, además de ser repetidor y abusar de los alumnos que eran de menor edad, y que solían impedir el buen trascurso de las clases y meterse con los alumnos que mejor hacían las cosas al no poder ellos hacer las cosas igualmente bien y despertar la admiración que para él quería. Lo triste es que estas conductas que deberían ser erradicadas ya durante la etapa escolar eran protagonizadas por personas adultas y recaía todo esto sobre quien menos debería de ser. Y es que estos desadaptados no tendrían que impedir la buena adaptación del resto.
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