La apariencias engañan (5ª Parte)
Por Clair de Lune
Enviado el 31/10/2013, clasificado en Amor / Románticos
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Lucía estaba tumbada en la camilla, se sentía aturdida y no sabía muy bien lo que había pasado, la ambulancia iba deprisa y el movimiento no le ayudaba con el mareo, intentaba incorporarse pero alguien la paró.
- Tranquila Lucía, quédate tumbada, en nada llegamos al hospital. le dijo Begoña impidiendo que se levante.
- ¿Begoña?- dijo Lucía desconcertada, ¿qué ha pasado?
- Te has desmayado en la parada del autobús- le dijo Begoña apretándole la mano- pero tranquila, me ha dicho el médico que posiblemente solo sea una bajada de tensión. Seguro que no has desayunado,¿eh? -le dijo sonriéndole.
- Menos mal que me has encontrado tú- le dijo Lucía apretándole la mano, -que vergüenza - dijo intentándose tapar la cara con la otra mano.
- ¿Vergüenza de que? Lucía, te has desmayado, eso no es para sentir vergüenza, mas bien preocupación le reprendió Begoña.
- Lo sé, pero no necesito que también se rían de mí por eso contestó Lucía visiblemente triste.
- Pero pequeñaja, ¿quien se ríe de ti?- le dijo mirándola con ternura. - y sobre todo, ¿que clase de persona se reiría de una persona que está desmayada?-Le siguió regañando -no creo que nadie lo haga, así que aparta esos pensamientos de tu cabecita.
- Gracias Begoña le intentó sonreír Lucía. estás siendo muy amable conmigo y antes yo te he tratado fatal.
- Tranquila, supongo que ya no te encontrabas muy bien, y vengo yo a molestarte Tranquila, todos tenemos días malos añadió Begoña con complicidad.
- Sea como sea, gracias, muchas gracias Le dijo Lucía visiblemente emocionada.
- Ey, ey, ey! La calmó Begoña- ni una lágrima, esto solo es un susto y en nada vas a estar como nueva.
- Gracias otra vez, hacía mucho que nadie me trataba así, eres muy amable.- Siguió diciendo Lucía mientras le caían unas lágrimas por los lados de la cara.
- Pero mi niña, si te conozco de toda la vida, no te puedo tratar de otra forma Le dijo Begoña secándole las lágrimas- Si cuando eras pequeña jugaba a las muñecas contigo, ¿no te acuerdas?
- Sí, me acuerdo, pero pensé que tú no te acordabas Contestó Lucía sonriendo- han pasado muchas cosas desde aquella época.
- Eso es verdad, pero el cariño, por mi parte, no se ha perdido, así que aquí me tienes para lo que sea. dijo Begoña también sonriendo.
- Gracias otra vez, no tengo demasiados amigos.- dijo Lucía entristecida Muchas gracias.
- Lucía, si necesitas hablar de lo que sea, aquí me tienes le dijo Begoña preocupada, no le gustaba el estado de ánimo de Lucía. Bueno creo que es el momento de avisar a tu familia Añadió Voy a llamar a tu hermano.
- Gracias contesto Lucía realmente agradecida por el comportamiento de Begoña, siempre pensó que le caía mal.
Begoña llamó a Carlos y le explicó lo que había pasado, obviando, por supuesto, la intervención de Javier en todo este asunto. Como era de suponer Carlos y toda su familia enseguida fueron hacia el hospital.
Después de hablar con Carlos Begoña aprovechó para mandar un mensaje a Javier.
El mensaje decía:
Hola, tranquilo, ella está bien, creen que solo es una bajada de tensión, nada grabe, en cuanto sepa algo te escribo. Besitos y por cierto, tu y yo tenemos que hablar.
Javier recibió el mensaje mientras observaba a los celadores sacar a Lucía de la ambulancia y a Begoña a su lado. Sintió un gran consuelo al saber que Lucía estaba bien. Se quedó allí, con la mirada perdida en el edificio y pensando en todos esos sentimientos que habían aflorado de la noche a la mañana por esa chica, realmente se sentía perdido, ella era todo lo contrario a lo que siempre había buscado, a lo que había deseado.
No puede ser se dijo a sí mismo- Esa chica no es para mí, es demasiado joven, no tenemos nada que ver y no es nada del otro mundo. No se que narices me pasa con ella, pero seguro que se me pasa- pensó mirando el hospital. Puso la moto en marcha y se fue sin mirar atrás.
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