Denunciar relato
Desperté sometido por una tremenda resaca. Una resaca que afectó no sólo mi cuerpo, también mi moral. "No vuelvo a tomar", pensé, como muchas otras veces. Me atacaba un tremendo dolor de cabeza, un frío exagerado, y mi cuerpo se contraía de manera involuntaria. Mi boca despedía un olor asqueroso a alcohol. Miré a mi al rededor sin reconocer el lugar. Después de vestirme busqué la salida, la casa parecía estar sola. Encontré la salida cuando vi que alguien entraba, lo conocía, era mi roomie. Recordé entonces que ya no vivía en casa de mis padres. Estaba en mi casa.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales