Denunciar relato
Destruir el mundo, hacerlo añicos, matar a toda la gente. Y luego decir: "¡Pringaos, nada es importante!" Y que de alguna forma las personas puedan oírme aunque estén muertas y pensar: "sí, tienes razón". Y yo contestaría: "¡Já, pero ya es demasiado tarde!" Entonces, como siella lo dijera pero sólo para mi: "nunca es demasiado tarde, ni siquiera cuando mueres". Y enamonarme deesa chica y recostruir el mundo, ladrillo a ladrillo, juntos.Volver al principio.
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