EL PROFESOR DE LITERATURA Y MIS ANSIAS.

Mi profesor de litertura es tal vez el primer hombre que me levanto deseos, ya antes había tenido experiencias sexuales con un par de novios, pero este galante maestro me exitaba sin si quiera haber probado de su néctar. O al menos hasta que paso lo que nunca imagine, ya que de miradas profundas y deseosas, un ligero rose de su mano con la mía al darme alguna libreta despues de calificar o simplemente algún acercamiento hombro con hombro más alla de la distancia que debia tener un profesor con su alumna. Era sin duda un hombre exepcional su cabello castaño, su piel blanca, unos ojos profundos que me miraban y de color azul, su cuerpo atlético a pesar de ser un hombre mucho más mayor que yo, y tal vez eso era lo que me atraía hacia él, además de que ya había tenido alguna aventurilla con algunas otras alumnas lo cual me hacía pensar que no era imposible, pero sobre todo esa forma suya para expresarse, yo siempre había pensado que mientras hacia el amor decia una que otra poesía y me alucinaba la idea de saber si era o no cierta esa hipotésis. Sin embargo había algo que me frenaba y era mi reputación ya que yo era muy conocida en la escuela y en la ciudad donde viviamos.

Pero todo cambio una tarde del viernes... 

Esa mañana me decidí a olvidarlo, ya que me resultaba complicada la situación por la que hace varios meses estaba pasando y era ese enorme deseo que le tenía, todo eso me causaba desconcentración además de que verlo era un tortura, ya que cada vez que me dedicaba una mirada mi vagina se humedecia y cuando el mordisqueba su labios mis pezones se hacian notar a pesar del sosten que llevaba, en fin, me puse la falda tableada y cortita, la blusa y ese día decidi no llevar sueter ni nada incluso hacia tanto calor que me atreví a llevar una tanguita roja que combinaba con la falda y me puse en marcha a la escuela. Llegue y paso clase tras clase, y por fin la ultima ya para irse a casa a descansar despues de una semana examenes. Entra entonces el profesor de literatura con una camisa que le hacía lucir ardiente o a lo menos para mi, su espalda se veia ancha y sus grandes manos sujetaban un libro con el título de "Erotismo", como es de esperarse no me concentr en lo absoluto e incluso odie al libro que tuvo toda la clase, fantase acercaa de que podría hacerme con esas grandes manos, como sotendría mis pechos, mis nalgas, como con esa boquita podría lamer mi clitoris en fin su clase paso tan rapido que cuando menos lo espere timbraron, entonces no pude más todos salían y me retracte de los deseos de la mañana acerca de olvidar ¿Cómo olvidar a semejante Dios? Era viernes y los viernes todos salian temprano el conserje volvería hasta las tres a cerrar la escuela... todo eso paso por mi mente en milesimas de segundo y de pronto el salón quedo vacío y el profesor quedo sentado en el escritorio viendome y sonriendome con esa boca coqueta que insitaba a comerselo a besos. Me levante y me quede frente a él entonces... sin decir nada lo tomee por la nuca y lo bese, sentí sus labios tibios que poco a poco subieron de temperatura al igual que sus besos, tenía sus manos en mi cintura apretandolas con pasión y de pronto lo mordí y el me pego a su cuerpo caliente y sentí como su miembro de endurecia y se asfixiaba al chocar con ese pantalon que le quedaba apretado, no pude mas toque sus nalgas por encima del pantalón, el me metió la mano por debajo de la falda y su pene se puso aun más erecto al enterarse que llevaba una tanga, dispuso entonces su dedo y me lo metió yo sentía como me humdecía el oia que el decia:

-¡Cuanto te he deseado mamita! ¿Creess que no me exita verte con esa faldita todas las clases? ¡Eh! ¿Y crees que no noto tus pezones cuando me miras? ¡Eres un niña mala te voy a castigar!

CONTINUARA...