LAS FLORES DEL MAL (libro de poemas de Charles Baudeliere)
(experiencias mundanas).
A pesar de sueños con la aurora y otras ilusiones liberadoras y adolescentes, como las que todos hemos tenido, sin duda, hay quien sigue pretendiendo conseguir las mismas ficciones con el paso del tiempo. Esto es: liberarse de ataduras terrenales, hallar fraternidad y felicidad en todas partes, en fin un paraíso donde todos nos conociéramos, entendiéramos, aceptáramos y protegiéramos mutuamente.
Estas fueron las creencias de un joven, hoy, ya hombre, motivado, como muchos, para traspasar lo prohibido o bien ser un alma rebelde de su propia causa. Se empeñó en buscar libertades y locos anhelos, así como un refugio- artificiales paraísos. Por medio de inmensos fumazos de canuto ..
Viéndose hoy en día, saciado, de estas experiencias por haber sobrepasado las fronteras más de lo deseado y por verse envuelto un espiral que traicionaba sus propias expectativas. Advierte que el mismo camino se vuelve complicado, enrevesado y es difícil retornar al origen y emprender de nuevo el sendero.
Son cosas que surgen a quienes se dan cuenta, en un momento dado, de sus pasos equivocados y quisieran volver al camino preciso.
En estas crisis, junto a los buenos propósitos, emergen también sentimientos y emociones negativas con respecto al mundo, con respecto a la vida.
Resulta un tanto embarazoso intentar explicar vidas ajenas, pero en cierto modo, éstas pueden resultar un tanto comunes y el echo de equivocarse forma parte de la misma experiencia, la cuestión es darse cuenta a tiempo de ellos y rectificarlos, aunque pueda parecer complicado, ya que siempre, enmendar errores, es de personas sabias, como sentencia el refrán.
No desdeñemos pues, la voluntad, los buenos sentimientos, los proyectos realistas, que pueden servirnos para valorar lo que en verdad merece la pena y encaminarse en la buena dirección.
Le deseo, a mi viejo compañero de colegio, suerte en su empeño por recuperarse de los insanos excesos, y encuentre fuerzas en sus hijos, como su mujer y la gente que le aprecia, para reencontrarse con la misma vida y afrontarla sin caer en la quimera de que existen panaceas. No hay fórmulas mágicas, para combatir los problemas, sólo la posibilidad de aprender a encararlos: ¡Ánimo amigo y continúa lleno de valor!.
No sucumbas, como el poeta francés Baudelaire a ese aroma engañoso, de las Flores del mal.
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