El visitante nocturno

Era finales de Octubre. El otoño se hacía sentir con fuerza, dejando cada vez más lejano el caluroso verano. Mi pequeño cumplía pronto dos añitos y esa noche decidí pasarlo a dormir solo por primera vez en su cama. 

Lo acurruqué en mis brazos y lo mecí hasta conseguir que se durmiera. Con cuidado de no despertarlo lo acerqué hasta su habitación ,en donde su hermanito mayor ya dormía. Lo tumbé en su cama, besé a mis dos pequeños, enchufé el vigila bebes  y despacito entorné la puerta.

Estaba cansada, mi día había sido intenso y decidí acostarme. Mi marido también dormía. Miré por última vez la pequeña cámara, mis niños seguían descansando. La coloqué en mi mesita de noche y me dispuse a dormir.

En varias ocasiones me removí intranquila, me incorporé a mirarles para asegurarme que dormían. Toda estaba en calma, el experimento me estaba saliendo bien.

Pero en una de las ocasiones en que me desperté ha echar un ojo por la cámara, me pareció ver a mi hijo mayor a los pies de su cama. Me levante rápidamente para ver que le ocurría y al entrar en la habitación  todo estaba en calma, los dos dormían.-Me habré fijado mal-, pensé. Volví a mi habitación y conseguí dormirme nuevamente.

No sé si fue en cuestión de horas o quizás minutos, pero las risas de mis pequeños me despertaron de nuevo. Me incorporé rápido en la cama, mire por la cam y vi a los dos jugando. Temí que mi hijo pequeño se cayera  intentando saltar las barreras de la cama y corrí hasta tu habitación de nuevo.

Al llegar me sobrecogí, los dos estaban placidamente dormidos. Corrí hasta mi habitación y miré a través de la pequeña cámara, todo estaba bien. Pero intranquila con lo ocurrido desperté a mi marido y le expliqué lo que había visto. No me creyó, me dijo que quizá lo había soñado.

Nuevamente y esta vez más tensa, volví a tumbarme sin quitar los ojos de la cámara, hasta que el sueño volvió a vencerme. Cuando ya asomaba el alba, fijé la vista en la pantalla y vi a alguien que me saludaba. La imagen me heló la sangre, salí corriendo hasta la habitación de los niños y no estaban. Comencé a gritar como loca , fui a buscar a mi marido y ambos corrimos nuevamente hasta la habitación para ver donde estaban.Entramos  y allí estaban los dos dormidos.

No sé si fue un sueño o realidad, pero esa fue la última noche que use el vigila bebés. Pasamos dos semanas durmiendo los cuatro juntos en mi cama. Mi marido me tomó por paranoica, pero mi instinto de madre me dice quealguien nos vigilaba desde las sombras. 

                      ...  basado en hechos reales...