No sé si un día volverás.
Ya no eres el de antes. Dicen que nunca lo serás. Porque perdiste la memoria. No sé en qué rincón oscuro estarán tus recuerdos.
Te vi despertar y tus ojos se posaron en los míos que te observaban con intensidad con lágrimas a punto de brotar. Arrugaste el entrecejo. Me preguntaste quién era.
Sonreí amargamente. Ya me habían avisado pero necesitaba comprobar con mis propios ojos que tú ya no eras tú.
Quise hacerte recordar. El tiempo pasaba y tu memoria seguía escondida. Intenté enamorarte de nuevo, pero aunque me mirabas y tratabas con cariño, no me veías como algo más.
Un día decidiste partir para encontrar a la persona que eras ahora porque te sentías confundido, abrumado y presionado por tu alrededor.
Te despediste de mí en la playa en la que me juraste amor eterno aunque no lo recuerdes.
Ahora, es pleno verano y yo siento un frío atronador. Traspasa la piel, cala los huesos, inunda el alma.
Mi corazón late a destiempo preguntándose por ti. Si estarás bien. Si algún día recordarás. Si algún día volverás. Si volveré a sentir tus labios sobre los míos.
Gracias por leer el relato. Espero que te haya gustado. :)
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