Sin que sepa el porqué te recuerdo cada mañana. Incluso a veces no te pongo nombre, y no porque no lo tenga presente. Estás. Continúas siendo ese ejemplo que me saca de dudas y me fascina. Me mantienes con fuerzas, con la salud del equilibrio, con ese toque mágico que nos regala la sorpresa de vivir.
Te trae la jornada de nuevo, y sonrío. Es una suerte saber de ti, que aparezcas en lo cotidiano ...y me aportes coraje y costumbre, salud espiritual en definitiva.
No hay mejor homenaje a quienes nos alumbraron que llevar su antorcha, su sonrisa y su mejor hacer. Me honro por ello, y me enorgullezco.
Los primeros rayos encienden mi corazón despierto. Veo que el Sol de este nuevo día ha madrugado porque viene contigo, siempre viene contigo. Me sé afortunado, y te cuento que feliz.
Te mando mi beso abrazado más cariñoso. Nos contemplamos. El día nos espera.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales