Escucho como el viento me habla de sus largos viajes y
de la ninfa de la cual esta enamorado.
Siento como el sol se alegra de que le este esperando,
con mis mejores galas.
Al tiempo que me despido, de mis queridas estrellas y
de mi hermana la luna.
Todo a mi alrededor, se va despertando, con los ojos aun
hinchados de sueño, mientras le dan la bienvenida, al sol y
se alzan bajo la luz caliente de la vida.
Todos con los brazos levantados, estirándose y creciendo,
intentando tocar el cielo azul, dueño de sus sueños, mas
locos y maravillosos.
Vidas intensas caben en un día, miles de mundos se destruyen
y nacen en una hora, bailes eternos de galaxias en un minuto,
universos construido en un segundo.
El eterno vaivén de la existencia, cambiando muerte por vida
por todas partes y a todas horas.
Oigo el latir de mi extenso corazón, al ritmo de las mareas y
estaciones, siento la savia nueva correr por mis venas, con su
promesa de renovación y de futuro.
El tiempo es un desconocido para mi, lo cerca se parece mucho,
a lo mas lejos.
Cabalgando las auroras boreales, viene a verme el mensajero
radiante de los universos, trayendo consigo, buenas nuevas y
saludos de mi hermanos.
Hacia tiempo, que no me sentía tan bien.
Desde que he conseguido erradicar, la plaga de la humanidad,
todo tiene otro color y otro sabor.
Aquel bendito meteorito, me ha salvado la vida y por ello, doy
cada dia las gracias a los cielos y las estrellas.
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