Billete doble en el último minuto

Abrió la puerta, decidido, después de unos minutos de espera. Tan sólo un segundo antes de girar el pomo, pensó en lo que le iba a decir, en cómo iba a plantear la situación, en cómo explicaría que lo dejaba todo, que rompía con una situación plana, aburrida y previsible, por los siglos de los siglos.

Cogió aire, impulsando su valentía desde los pies a las manos, que abrirían la puerta y después, directo al cerebro, encargado de ordenar y articular lo que tanto tiempo había estado cabilando. Por fin. Por fin, tras el puñetazo en la tripa, tras las lágrimas y explicaciones varias, se sentiría liberado para coger un puñado de ropa, los pocos ahorros que tenía e irse a ése lugar que una vez visitó y para siempre lo atrapó.

- Hola, cariño. Cómo ha ido el día?

- Emm...bien, bien...vaya, un día normal de curro...

- Qué bien. Yo he tenido un día de mierda, hablando con proveedores, con cambios de campañ...

- Espera! Espera, por favor. No sigas. Tengo que decirte algo y si no lo hago ya, lo suelto todo, no lo voy a poder hacer nunca..

- Qué pasa, Javi?! Me estás asustando, cariño... Ha pasado algo en el trabajo? O a ti..?

- Mira...No...No...

- Me estás asustando..

Todo lo que había estado ensayando, pensando, midiendo y cronometrando, se había ido a la mierda, se había hecho añicos nada más abrir la puerta, mirarla y pensar en los doce años que habían compartido juntos.

- Te...Mira. Te voy a ser sincero. He entrado para decirte que me voy, que rompo con todo, que te dejo y que me voy. He dicho en el trabajo que en una semana dejaré de trabajar. He sacado todo el dinero que tenía guardado en mi cuenta, para irme y no volver...

- Pero...Javi. Qué estás diciendo? - Sus lágrimas y sollozos, apenas le dejaban articular palabra-... no me hagas ésto, por favor...

- Espera. No he acabado. Por favor..Éso es lo que te iba a decir. De hecho, lo he dicho. Pero... Joder! Al entrar, verte, mirarte a los ojos y ver tu sonrisa, has quebrado todas mis ideas...! Joder..! Al verte, al oirte, en éste instante, he entendido una cosa. Que me voy. Que dejo todo. Que quiero ser feliz, por primera vez en mi vida. Que quiero ser libre... Pero joder..Ahora sé que te quiero a mi lado. Que no soy, no seré, nada sin ti... Quiero alejarme, quiero respirar...pero contigo a mi lado...

Pasados siete días desde entonces, a punto de embarcar con destino a Phuket, no habían intercambiado palabra. No les hacía falta. Tan sólo sus miradas y sus manos inseparables, les eran suficientes para expresar todo lo que sentían. Liberación, amor, felicidad...