La Tormenta Fantasma (Ghost)
Por Arledk
Enviado el 14/11/2013, clasificado en Ciencia ficción
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A pesar de haber sido un día lluvioso, las clases no se suspendieron. Llovía fuere, había algunos truenos y corría mucho viento. Era el inicio de una gran tormenta. A la hora de entrar a clases todos entraban corriendo para evitar mojarse. Las clases eran tristes por el clima afuera.
Hubo un fuerte rayo, y todos se sobresaltaron. Alguien toco la puerta, y hubo otro grito de susto. El profesor de clases me mando a ver quién era. Abrí la puerta, y vi a una persona que nunca antes había visto, me entrego una mochila. La reconocí de inmediato. Era la mochila de mi mejor amigo.
Aquella persona, hasta entonces desconocida, me dijo que el chico se había regresado a casa pues tuvo una urgencia. Que salió tan de prisa que dejo sus cosas en el salón de clases anterior.
Regrese a mi lugar y acomode su mochila juntos a la mía. Era la mochila del típico chico misterioso y solo, del cual su nombre había quedado en el olvido, el chico a quien todos llamaban Ghost. El siempre llevaba consigo su mochila, dentro de ella siempre había un pequeño cuaderno de fondo negro y rojo. Él siempre me había dicho que en ese cuaderno estaban escritos sus sentimientos, sus emociones y pensamientos más íntimos y personales. Que nadie nunca, acepto él, había leído lo que contenía ese misterioso cuaderno.
Busque entre sus cosas, en la esperanza de encontrar el dichoso cuaderno, y así fue. Lo encontré. Lo tome entre mis brazos como quien sujeta un antiguo tesoro. La curiosidad era tan fuerte, que comencé a leer de inmediato. El timbre del recreo había sonado hace ya mucho tiempo y, yo en mi curiosidad de leer, no me había dado cuenta. Salí del salón como poseído, parecía que estaba hechizado pues no podía apartar mi vista de esas letras. Por un buen rato, camine sin rumbo. Solo me interesaba seguir leyendo.
No me había dado cuenta que caminaba por el centro del patio, donde todo estaba descubierto. Aun llovía, pero sobre mí no caía gota alguna de agua. Todos se protegían en los pasillos, donde todo se mantenía seco. Corrí a los pasillos, todos me miraban extrañados, pues a pesar de haber estado bajo la lluvia, yo, aun seguí seco.
Fui hacia una escalera y me senté en los escalones a seguir leyendo. No me di cuenta del tiempo que ya había pasado. De repente una gota de agua callo sobre el cuaderno. Alce la mirada y me di cuenta que estaba en medio del patio otra vez. Me di cuenta entonces que estaba en el ojo de la tormenta. El viento había dejado de soplar tan fuerte pero aun llovía débilmente.
Nada me importo, seguía en mi ambición de conocer lo que contenía ese misterios cuaderno, conocer sus ideas, sus pensamientos, quería saber todo de él. Todos me miraban asustados y sorprendidos. Poco a poco se fueron acercando a mí alrededor.
El viento comenzó a soplar más fuerte, y la lluvia comenzó otra vez. Mis pies dejaron de tocar el suelo. Yo aun sin darme cuenta de la situación, seguí atrapado en ese mundo de letras.
Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, todo estaba lejos. Estaba solo. A mí alrededor solo existía la nada. Estaban en la completa oscuridad.
Me di cuenta, entonces, que estaba dentro de su mente.
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