Denunciar relato
La enfermedad del verbo que sube
como un gusano por la pared
a la luz de una lámpara química.
Las personas reunidas que no dejan
de murmurar
en una lengua turbia y disléxica.
Todo es subterráneo.
El verbo: leproso. Las personas (ellas
no se ven) se oyen pero enloquecen.
Son gusanos, topos, son enjambre.
Se hablan y se hablan
para aliviar su neurosis.
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