La Sombra Púrpura

Lo contaré tal cual como lo recuerdo:

Ese viernes en la noche había llegado del bar, sin ninguna preocupación mas que la de tirarme a la cama y disfrutar de mi día libre que eran los sábados, estaba tan borracho que casi no podía abrir la puerta, luego de algunos intentos y forsejeos a la cerradura, pude abrirla, rápidamente abrí la ventana, el calor era insoportable, debido a mi corto salario no podía siquiera comprarme un pequeño ventilador, sentado en la esquina de la cama quitándome los zapatos escuché un grito que venía de la calle, le resté importancia ya que el pequeño cuarto donde vivía estaba frente a la calle principal del barrio donde pasaba de todo a cualquier hora, pero luego el grito se hizo más intenso, apagué las luces del cuarto, y me asomé lentamente hacia la ventana, gracia a Dios no era nada, justo en el momento que iva ya aquitarme de la ventana sonó otra vez el grito, esta vez mucho más fuerte que las veces anteriores, con miedo, pero con más curiosidad voltié a mirar, de lo cual me arrepiento cada segundo de  mi existencia, lo más extraño de mi vida lo contemplé esa noche, una sombra de color púrpura aferrada al poste de luz, luego se adentró hasta poste, subiendo hasta la lámpara, toda la calle se iluminó de esa desagradable y extraña luz púrpura, intenté cerrar la ventana, pero fue inútil estaba atascada, la luz cada vez más tomaba más fuerza, se hacía mucho más brillante, luego de la lámpara escuché que salía una voz rasposa y vieja que decía mi nombre, y lentamente en la misma lámpara se transformó en una rostro viejo y arrugado: -Jerry llegó la hora, la última hora- me dijo, descalso abrí la puerta y me alejé rápidamente, bajé las escaleras donde tropecé y desperté al otro día en cuidados intensivos, dos dias después me dieron de alta y bueno aquí estoy con ustedes dando este testimonio donde creanme nuna más volveré a tomar.