MIEDO A LA OSCURIDAD
Por PABLO LEASING
Enviado el 19/11/2013, clasificado en Amor / Románticos
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MIEDO A LA OSCURIDAD
ACTO I
Subo la escalera, quince peldaños a oscuras, voy rápido porque me parece sentir que alguien me sigue. Sé que no hay nadie, pero no puedo evitar pensar en miles de seres extraños que me acechan. Me meto en la cama con estupor y me tapo hasta la cabeza, encojo las piernas y pienso, tengo que dormir, tengo que dormir
Es un problema muy común, si no fuera porque tengo cuarenta y seis años y dos hijos a los que he inculcado que en la oscuridad no hay nada, ahora no me lo creo ni yo.
No le tengo miedo a nada, pero te quería contar esto que es algo que no le había contado a nadie. Este es nuestro pacto contarnos algo que nadie sepa de nosotros, ahora te toca a ti ..
ACTO II
Se ha terminado la química entre nosotros, sinceramente ya no te quiero, me pareces absurda y sin sentido. Me había hecho una imagen idealista de ti, pero se me ha derrumbado. Tampoco ha pasado tanto tiempo desde que hicimos aquel pacto. ¿Lo recuerdas?... Era el de contarnos algo que nadie supiera de nosotros. Yo escribí el mío y tú me contaste el tuyo de viva voz. Empezaste como un cuento, sin prisas, con luz claro está y una copa de vino.
No te podías desprender del cárdigan que él te regaló en tu cumpleaños, parecía que cada punto de ese jersey fuese una loza que te atase a él. Por eso lo llevabas, si hasta en una foto le he visto ese mismo jersey a él.
Seguías atada después de tantos años a un ideal, inexistente, manchado de buenas y malas experiencias, intentando sobrevivir sin nada, sólo de recuerdos. Te lo advertí más de cien veces, te iban a machacar y así fue, te olvidaron y te tiraron a la basura.
ACTO III
Ahora nos volvemos a ver y me comentas lo que yo te había adelantado, entonces ya no es algo que no lo hubieses contado a nadie, comenzamos de nuevo con el trato. Ahora ya te digo lo que me hubiese gustado escuchar de ti. Que no le has contado a nadie.
Empezamos, me conoces y soy tu príncipe azul, sin desteñir, me besas sin mediar palabra, y ya está.
Y tú dirías con el desparpajo que te caracteriza ¿cómo que ya está?
Ahora paso de tí, me hago el interesante y lo que ocurre es que te acercas más a mí .ahora mismo pensarás qué coño estará escribiendo este.
Ya hemos terminado el pacto, y ahora que hacemos nos hemos visto después de muchos años, nos ha impresionado mucho el vernos, porque a pesar de todo algo hubo y bueno nunca nos llegamos a despedir en realidad. Dejamos el libro a medio leer y a medio escribir.
Por fin estamos juntos tomando una cerveza, sin nada más, sin más nervios. ¿Y las expectativas?
ACTO IV
Ahora tengo menos tiempo para escribir, persigo al viento, pero nunca llego al final
PD: Que impertinente es la espera, todo lo conoce, y sin embargo nos mantiene en vilo.
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