RECUERDOS.
Por NICOLAS FERREIRA LAMAITA
Enviado el 22/11/2013, clasificado en Reflexiones
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¿Que son los recuerdos?
¡Cosas que se fueron,
o viven con nosotros día a día.
Se van sumando, trayendo nostalgias,
de nuestro pasado, de lejanos tiempos.
Traen los recuerdo un dulce perfume,
de esencia escondida, como si abriésemos
un cofre de sándalo, cerrado por años,
sus aromas saltan e invaden
el aire que rodea nuestra soledad.
Nos envuelven, nos acarician, nos embriagan
nos retrotraen en el tiempo,
volvemos a nuestra niñez y adolescencia,
nos regresan a nuestra juventud.
A veces, como ahora voy a mis archivos
buscando lo ya escrito tratando de ver
si sigo siendo coherente con mi pensamiento anterior,
mas, si así no fuera, ejercer mi derecho
de cambiar de opinión, de equivocarme,
¡Pero no! Sigo pensando igual,
me quedo contento, mi ego se siente
alagado y conforme, total, escribo para mi
y sin ser critico, cosa que no puedo,
por carecer de la objetividad que esto implica
no deja de gustarme lo por mi hecho.
Me sigo sumergiendo en mis recuerdos,
Los disfruto, los saboreo, los paladeo
Como una fruta madura o una torta de chocolate.
Bien lo tengo, por lógica asumido,
son situaciones que ya no están
pero nos acompañan permanentemente.
¿Por que los llamamos recuerdos,
si siempre están con nosotros?.
Se dice que el recordar es vivir,
Pero vivir de recuerdos es morir.
Si así lo fuera, no deja de agradarme
el morir de esa manera.
Recordamos cuando reímos,
en situaciones felices de nuestra vida.
Cuando lloramos y sufrimos en causas contrarias,
cuando disfrutamos la salida del sol
después de la tormenta y nos regocijamos
con los colores del arco iris.
Cuando nos sentimos asombrados,
ante la grandeza del mar, cuando alguna noche sin luna,
en medio del campo, miramos al cielo
y en su negra e inmensa bóveda
vimos resplandecer millones de estrellas,
sintiendo la inmensidad de nuestro universo
y fuimos consientes de nuestra pequeñez.
¿Quien no tiene recuerdos?
Cuando quedamos a solas, recordamos,
cuando ponemos la cabeza en la almohada,
recordamos, recordamos cuando soñamos,
si nos sentimos tristes o alegres, recordamos.
¿Pero se puede poner en orden los recuerdos?
Creo que no, es imposible, pues los recuerdos
fluyen impensadamente, son como hojas de un libro,
un libro ya leído, un libro que abrimos por cualquier parte,
como ahora en que e tomado un antiguo escrito
al azar, lo e vuelto a leer, buscando alguna incoherencia
agregando nuevos párrafos,
un libro en el cual, seguimos escribiendo día a día
un libro que aún no tiene final,
un final que no lo podemos pensar,
un final que lo escribirá la vida,
y nos convertirá en un recuerdo.
Ese libro, es el de nuestra historia.
Nicolas Ferreira Lamaita.
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