SABER DE UNO

                                             SABER DE UNO

Que está claro que no todos nacimos para lo mismo. Que lo que uno le da la vida a otro puede matarlo. Y que lo que uno le gusta o puede quedarle bien a otro puede no gustarle o no quedarle bien en absoluto. Es cómo cuando a la hora de educar lo que sirve a uno posiblemente no valga para otro. Sería cómo querer tratar un médico partiendo que sus pacientes padecieran una enfermedad dar el mismo diagnóstico a todos, lo que muy probablemente estaría del todo equivocado. Y cada uno tendría un tipo de problema concreto que para nada tendrían necesariamente porque coincidir. O sería cómo alguien sin sentido del ritmo y la coordinación y con dificultades para mantener el equilibrio y ya con una cierta edad se pretendiera hacer de él un gran bailarín y a lo mejor tener grandes dotes para la creación y dedicarse a trabajos que para nada se ponga nada de esto en práctica. Y es que saber de uno y obrar de acuerdo a esto podría resultar desde más práctico, productivo, hasta hacernos más felices y estar todo más en consonancia con quien es uno y nuestra realidad.