Flotar entre extremos.

       Hoy rompe los tabúes, salta y asciende hasta tocar la cúpula que nos envuelve, mira más allá del cielo y olvida la gravedad. Vuela lejos, tanto como puedas, viaja a través de las nubes y deja que te enfríen con su humedad. Atrapa los rayos del sol que atraviesan la atmósfera y guárdalos en tu corazón, acaricia las estrellas y devuélveles los guiños, agárrate a los cometas y déjate guiar por él, descubriendo paisajes, colores y formas nuevas. Toca los límites y mírate en su reflejo, averigua cómo, qué, cuándo y dónde.

       Cuando veas el fin del universo, vuelve. Baja de nuevo para recordad lo finito que somos, pon un pie en la tierra y comienza a sentir la vida que late dentro de nosotros. 

       Sujétate fuerte a tus sentimientos y comienza el viaje hacia dentro, húndete en tu carne a través de los poros de tu piel, sumérgete en los caminos de tus arterias y ve a las llemas de los dedos, donde el tacto es pasión. Busca el camino de vuelta y guíate hasta tus ojos, donde la belleza es realidad y camina hacia la boca donde la expresión a veces es silencio, silencio que mantiene el beso. Encuentra en oído y escucha tu respiración, localízala y ve a su encuentro, pues aun puede mostrarte olores que desconoces. Y antes de salir, conversa con dos enemigos acérrimos, mente y corazón, para que estrechen sus manos y sea paz.

       Ahora sal fuera y comprueba que eres tú. 

       - Soy yo.