Las apariencias engañan (19ª parte)

Javier dormitaba con la cabeza pegada a la pared de la sala de espera de la UCI cuando una voz le sacó de su sueño bruscamente:

-       Es usted Javi- Le preguntó directamente a Javier una joven enfermera, sin ningún tipo de miramiento, Carlos le había indicado con el dedo que era ese chico a quien buscaba. 

-       Sí, soy yo- Contestó adormilado. 

-       Sígame por favor- Continuó la enfermera apremiándole- Preguntan por usted.

Javier siguió diligentemente a la enfermera algo aturdido.

-       Lucía ha despertado y ha empezado a preguntar por usted insistentemente – dijo la enfermera- aún así no puede recibir visitas largas, solo podrá estar con ella diez minutos. – Siguió la enfermera explicándole como debía comportarse durante la visita.

-       No se preocupe, sabré comportarme- Contestó un Javier muy nervioso y ansioso por verla.

Javier entró a la UCI titubeante, al ver a Lucía en la cama, entubada y monitorizada, se le cayó el mundo encima. Se acercó muy lentamente a la cama, Lucía estaba muy pálida, su melena roja caía por su hombro izquierdo totalmente enmarañada, sus brazo se veían mas delgados y amoratados por las vías que tenía puestas. Javier apenas podía contener las lágrimas cuando sus ojos se encontraron, el se acercó por el lado izquierdo de la cama y le cogió la mano sin decir nada, sin dejar de mirarla a los ojos.

-       Gracias – Dijo Lucía intentando sonreír, manteniéndole la mirada, mientras una lágrima le resbalaba por la mejilla.

Javier no podía responder, se le hizo un nudo en la garganta y no podía articular palabras, era tan grande lo que sentía por ella, había pasado tanto miedo, creyó que la perdía sin haberla tenido… pero ella estaba allí y tenía otra oportunidad para hacer las cosas bien.

-       Lucía… yo… yo… no se como decirte…- tartamudeó Javier- necesito que sepas…- dijo temblando- Lucía, si te hubiera pasado algo… yo me habría muerto.- soltó al fin.

-       ¿Qué dices, Javi? – preguntó Lucía incrédula, no sabía si su conmoción le estaba gastando una broma macabra.

-        Lucía- Dijo Javier acercándose más a ella, nervioso, en un hilo de voz y armándose de valor.- digo, que si te pasara algo yo me moriría… Lucía, yo… te quiero- Expresó mirándola fijamente, asustado y esperando algún tipo de reacción.

Lucía, no se podía creer lo que Javier le acababa de decir, había soñado tantas veces con esas palabras, tantas veces con que el la quisiera… lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, no podía dejar de mirar a Javier y apretándole la mano que el le sujetaba dijo:

-       Yo también te quiero…

Javier, embargado por la emoción de esas palabras, se acercó a Lucía con sumo cuidado, posó sus labios en los de ella y la besó con todo su amor…

Nota:

Hola a todo, se que hay gente que sigue esta historia y no me gustaría dejaros sin el final, por eso os quiero avisar que por motivos personales tendré que dejar de publicar durante un tiempo (el motivo es bueno), supongo que un mes aproximadamente.

Prometo que en cuanto recupere mi rutina normal terminaré de contar esta historia.

Un abrazo a todos.

Aprovecho para desearos felices fiestas y un año 2014 alucinante.