El Coco

Allá entre el boscaje, no muy lejos de la laguna, hay una pequeña y sórdida casa, que según los del pueblo, está abandonada. Desentona que anden revoloteando, alrededor de esa deprimente morada, algunas maripositas, que muchas no son —unas veinte, y no más—, pero son muy lindas, ¡y qué feo lugar eligieron, para andar rondando, las maripositas!, son tan brillantes y lindas, y no dejan de volar, agitadamente, alrededor de esa horrible casa, ¡sepa dios por qué!
 
Allá a lo lejos se escucha, en el pueblo, el repique de las campanas, hora impropia para que suenen, pero es que se trata otra vez de la alarma, pues otro niño se ha perdido; ¡Qué terrible! ¿Qué ha sido de todos esos niños?, nada se sabe de ellos, y con éste—por el que las campanas están sonando— ya van veinte desaparecidos.