Un encuentro fugaz

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Hace algunos años atrás, mi lugar de trabajo era en otra ciudad por lo que tenía que viajar en bus diariamente.

En una oportunidad me senté en el último asiento del bus, ya era de noche, y en el asiento del lado, estaba sentada una mujer que de solo ver como vestía ya se me estaba haciendo grato dicho viaje.

Llevaba una blusa blanca semi transparente y una falda de jeans muy corta, sus piernas cruzadas en el asiento, cosa que dio lugar a que yo no dejara de mirar esos muslos y esas piernas hermosas.

Después de unos minutos de andar, el bus apagó las luces para que los pasajeros que quisieran, pudieran dormir un poco. Yo, lo que menos tenia era sueño, solo quería tener la posibilidad de hablar con esta bella mujer.

Me animé a saludarla, buscar un tema de conversación y empezamos a hablar. Después de un rato le dije me tienes nervioso con esas piernas tan lindas, ella se sonrió y me dijo no me las mires, y yo le dije, imposible, no puedo evitar mirar, me atraen tus piernas.

Cuando la conversación fue tomando más confianza, me atreví a poner una de mis manos en su pierna a lo que ella no dijo nada, solo dejó que yo la tocara.

Al cabo de un rato ya estaba tocando pierna entera y luego entrando con mis dedos en su vagina que estaba muy húmeda por la llegada de mi mano.

Nos besamos, yo seguí tocando, ella besaba en forma muy apasionada, nuestras lenguas jugaban, mientras yo seguía jugando en su vagina. Luego de un rato, ella puso sus piernas rígidas y me dijo que no parara, en ese momento estaba llegando a su clímax y le estaba dando un orgasmo con mi mano, "sigue sigue me gusta cómo me masturbas", hasta que acercó su boca a mi oído y empezó a gemir y decir palabras que de solo oírlas te ponían a mil.

Después que ella acabó, me dijo es tu turno, saco de mi pantalón mi pene, empezó a masturbarlo lentamente, luego se lo llevaba a su boca y lo lamia como si fuera una golosina. Pasado un rato, en que lo tenía en la boca, y con el morbo que produce saber que el bus está lleno de pasajeros, le dije, cuidado no sigas me vas hacer acabar y no tengo nada con que limpiar....ella apretó mas sus labios en mi pene, empezó a moverse con su cabeza mas rápido, y me hizo explotar con un orgasmo exquisito. No pude evitar venirme dentro de su boca y ella se encargo de tomarse todo la leche para no dejar rastro de lo que ahí había pasado.

Después de eso, nos sonreímos, me miro y me dijo este viaje no se te olvidara jamás

Me dio un beso y ya estábamos en el destino, nos bajamos, tomamos cada uno su rumbo y desde esa vez, jamás la volví a ver.

Este relato es 100% real


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