Las hormigas me atacan
Caminaba descalzo por el jardín.
Me detuve para contemplar una bella flor, sin percatarme que mi pie se hundía.
De pronto sentí una extraña sensación, era como si algo recorriera ambos pies y se extendiera hacia mis piernas, fue entonces cuando sentí fuerte picadas, como miles de agujas clavándose en mis pies, dejando una sensación de comezón y ardor. Sentí miedo. Dirigí mis ojos hacia abajo... mis pies... mis pies... había caído en un hormiguero.
Inmediatamente empecé a brincar, golpeando con mis manos a mis pies, intentando de esa forma, liberar a las dos víctimas que sucumbían ante la cólera y devoción de las hormigas al proteger su colonia. Si alguna persona me hubiera visto, pensaría que soy algún tipo de chaman danzando con brincos y expresiones de rostro.
Una vez finalizado aquello, me dirigí hacia otra flor
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