Una noche al lado de la hoguera

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Las 00:00 están sonando en el reloj. Yo, sentado en el sillón al lado de una hermosa hoguera. Hoguera que da luz a todo el salón y encandilan a esos ojos que miran por los cristales empañados. Una noche fría diría yo.

El ambiente es inmejorable, cálido y agradable. En mi mano, ¡qué demonios!, en mi mano una vaso de cristal con un poco de agua con gas. Bohemia locura. 

De fondo suena Joaquin Sabina, con su voz ronca y rota y ameniza esta... ¿cómo lo llamaría yo?, ¿noche filosófica? Já, no, eso es de gente especial, quizás noche de pensar. De pensar en los momentos que uno ha vivido, y de los que te quedan por vivir. De lo que tienes, de lo que has perdido y de lo que tendrás y perderás. Mejor me quedo con el presente. Me quedo con el amor, verdadero amor, con el tan ansiado trabajo, con mi gran familia y con todos aquellos que me han querido y me han ayudado a ser mejor persona día a día. Me quedo contigo.

Los palos de encina se están consumiendo como la noche, esta fría noche de invierno. ¡Uy! ¡Que tarde! las 01:00. Da igual, si mañana no trabajo. Que rápido pasa el tiempo cuando estas entretenido o estas pensando, ¿verdad?. Inspiro y expiro, me tomo dos segundo, saboreo y lo vuelvo hacer. Si, no me equivocaba, estoy respirando felicidad. 

Prima hermana del bienestar, déjame recrearme mientras no sea efímera. Vuelvo a repasar, vuelvo a sentirme afortunado.

Somos ambiciosos, no significa que eso sea malo, pero, ¿y lo feliz que somos con pequeñas y pocas cosas?. Son los pilares los que sostienen una vivienda, no los ladrillos que la rodean. Familia, Salud, Amor, Trabajo. Cuatro pilares de nuestra habitación imprescindibles para sostenernos. Teniendo eso, creo yo, podemos ser felices. De echo lo somos pero como somos tan ambiciosos queremos rodearlos de ladrillos y pintarlos y colgar cuadros y poder la habitación como el olimpo de los dioses. Pero todo en esta vida no se puede tener, conformémonos con lo que tengamos a veces. Fijémonos en los pequeños detalles. En el día a día. O en la noche.

A todos nos hace falta una noche al lado de la hoguera.


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