Relato lésbico

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Normalmente mi hermanastra invita a sus primas a dormir en la casa para que las cuidemos y no nos aburramos ya que estamos solas, esta noche no era diferente, estaba TODAS. Eran las 11pm cuando nos fuimos todas juntas a dormir a la habitación. Yo tengo 20 y la que me sigue tiene 19, Se llama Martina, todas nos recostamos en los colchones asignados, Martina y yo íbamos juntas en uno porque éramos las mayores, eran como la 1am y no podía dormirme, estaba muy incomoda, porque Martina tenía su trasero pegado a mi panza... y eso me excitaba.

A un punto que no aguante la excitación comencé a acariciar el trasero de Martina, ella no despertaba. Comencé a bajarle el short del pijama y su tanga, ella seguía dormida, le toque más profundamente su culo, mientras yo me quitaba el pijama y mi tanguita negra. En ese momento, hice u movimiento brusco y ella despertó, yo estaba aterrada no sabía como reaccionaria, pero para mi sorpresa ella se acerco a mi y me dijo:- Vamos a la otra habitación- y juntas totalmente desnudas fuimos a la otra habitación.

Martina comenzó a sacarse su remera, sus pechos están hermosos, comencé a acariciarlos ella parada en frente de mí y yo sentada con las piernas abiertas, les daba masajes suaves y luego empecé a lamerlos. Pude ver como Martina se excitaba más y me sacaba la camiseta; de repente la tenía arriba mío lamiendo mis pechos salvajemente, deje sus pechos y fui a sus labios suaves, el beso comenzó lento pero luego la desesperación y el deseo lo volvieron muy salvaje.

Baje mi mano hasta su vagina y comencé a sobarla, ella gimió de placer, en un momento cambiamos de posición, y quede arriba de ella, acerque mi rostro a su vagina.. quería comerla YA.

Con mi lengua comencé a chupar y saborear su clítoris y ella se retorcía del placer y pedía más. Empecé un mete y saca en su orificio y absorbí sus jugos. La recosté con las piernas abiertas y comenzamos la pose en tijeras, sentir su vagina mojada con la mía era una sensación placentera, aumentamos la velocidad y profundizamos nuestras vaginas.

Ella se volteo y su culo quedo a mi disposición, comencé a lamerlo todo, ella lo movía para adelante y hacia tras (lo cual me excito). Me recosté con las piernas abiertas mientras ella batía su culo contra mi vagina, lo movía tan rápido que se escuchaba el ruido de nuestros cuerpos chocar. Ella comenzó a meter sus dedos en mi vagina y tocaba mi clítoris con desenfreno... había llegado al orgasmo.

Para que ella también llegara al orgasmo la senté en mi pierna flexionada e hice que se moviera de adelante para atrás para que su vagina chocara contra mi piel, ella se retorcía en mi pierna y me besaba salvajemente mientras yo chupaba sus pechos, en cuestión de minutos llego al orgasmo. Y terminamos con unos besos


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