Denunciar relato
Cuando salí no esperaba verla en la calle bajo la lluvia, esperando. Estaba de pie frente a mi puerta, jamás pensé que la vería así con esos ojos melancólicos que hacían que el día fuera más gris aún. Me acerqué y le acaricié su pelo mojado, una melena larga, de color rubio brillante, tan suave que podria haberla acariciado durante días. Pero llovía y ella estaba mojada y tenía frío, temblaba. De repente yo dejé de sentir la lluvia y el frío y en un impulso la abracé. Volví a separarme de ella, la miré a los ojos y la llevé a mi casa donde le preparé un baño caliente y la cena. Al rato, ella dormía y yo la miraba pensando en que hubiera sido de esa pequeña cachorrita si no me la hubiera encontrado.
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