Mano Negra. - Capítulo 11

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Justo cuando vieron a Louis, siguieron corriendo para cogerlo, pero llegaron a una esquina y justo al doblarla, cuando Eddie y Amanda llegaron, no había ni rastro del ladrón.
- Joder. Lo hemos perdido,-protestó Eddie-.
- Mierda, debí caer de que era una trampa...
- Venga, no te estés martirizando por eso, no pasa nada.
- Sí pasa, lo hemos perdido por mi culpa. Soy una tonta.

- Eh, aquí no hay ningún tonto, que yo también caí en la trampa. Si hay alguna culpa es de los dos. Somos un equipo. ¿Recuerdas?
- Ya, pero ahora... ¿qué le diremos al boss?
- Pues la verdad, no hay otra vuelta de hoja.

- Verás como se va a poner con nosotros...
- ¿Tu crees Amanda?
- Eddie tío, pon los pies en la tierra. Le hemos fallado otra vez. No creo que sea tan condescendiente...
- Averiguémoslo.
- ¿Ahora? ¿No es muy tarde?
- Cuando hay misión hay que informarle y siempre está disponible.
- Que Dios nos pille confesados.

Justo cuando estaban terminando de hablar, se escucharon unas sirenas de policía.
- La poli tía. Larguémonos de aquí.
- Dividámonos. Nos vemos allí.
- Ten cuidado. No asumas riesgos innecesarios Amanda.

Una vez pasado el peligro, se volvieron a reencontrar sin problemas en el lugar secreto donde se reunían. Allí, en la misma posición donde lo dejaron, estaba el boss.
- ¿Qué tal ha ido la misión?
- No muy bien Boss,-comenzó a explicar Eddie-. Llegamos al lugar y vimos a un hombre, por lo que fuimos a por el, pero no era nuestro objetivo, sino que se trataba de un cebo.
- Justo cuando nos dimos cuenta,-prosiguió Amanda-, volvimos hacia el lugar lo más rápido posible y ahí pudimos ver a otro hombre saliendo del local corriendo. Fuimos tras él, pero al dar la vuelta en una esquina desapareció.
- ¿Cómo que desapareció?-preguntó el jefe-.
- Sí boss, literalmente, se esfumó.
- Entiendo... Analicemos la situación.

- ¿Pudísteis ver claramente al sujeto?
- Era un varón de color negro con ropa oscura y guantes, pero no sabría diferenciarlo entre varios sospechosos. Era de noche y estaba oscuro,-contestó Eddie-.
- Lo que está muy claro es que cada vez son mejores y sus técnicas más buenas. Debemos tener los ojos muy abiertos para poder captar cualquier fallo que puedan tener. Tened cautela y sed sensatos. Ahora, iros a vuestras casas y descansad. Ha sido un día movidito. 

Dos meses más tarde...

Una mañana, Eddie estaba paseando a su San Bernardo por la mañana, serían las 9 y cuarto de la mañana más o menos y de repente, el corazón se le agitó sobremanera. ¿Era ese el bandido de hacía un par de meses?

Por su forma de moverse y su constitución física, estaba seguro de que se trataba de la misma persona, pero esta vez tenía el pelo corto.

- Blake, muchacho, ¿ves a ese hombre? Tenemos que seguirle campeón. 
- Gufff, gufff.
- Shhh, no ladres por favor. Vamos a levantar sospechas.

Como media hora más tarde, vio al hombre entrar en una casa.
- Psicólogo y Psiquiatra Dr. Mcwire... Si el doctor es blanco... Joder, ¿es el jefe? No puede ser, es imposible...

Rápidamente, Eddie cogió su teléfono móvil y llamó al boss.
- ¿Boss? Disculpe que lo llame tan temprano, pero es importante lo que le tengo que decir.
- Sí, dime Eddie.
- He encontrado al ladrón de esa noche de hace un par de meses.
- ¿De veras? Cuéntame todo.
- Verás, iba paseando a Blake, mi perro, y de repente me lo topé.
- ¿Llegó a verte?
- Por suerte no, por lo que lo seguí y aquí viene lo más gordo. Lo he visto entrar en el domicilio del Dr. Mcwire.
- Interesante... Una información muy rica. Véngase aquí e investigaremos sobre el doctor.
- Pero no puedo dejarlo escapar ahora que lo tengo tan cerca.
- Eddie, no se te ocurra hacer ninguna tontería. Ten cautela y ven donde siempre. Ahora te veo.

Sin embargo, a Eddie no le pareció buena idea eso de dejar que se escapara el sujeto y justo ahora cuando había descubierto quién era el jefe de la banda contraria.
- Lo siento Boss, pero no le voy a hacer caso por esta vez. ¡Acabo de tener una idea! Ahora sí que no voy a dejarlos escapar.

Eddie se encaminó hacia la puerta con paso decidido.
- Blake, túmbate ahí y espérame aquí. Ahora salgo.

Ding, dong. Eddie llamó a la puerta y se puso a esperar a que le abrieran. ¿Cuál era el plan que tenía? ¿Lo recibiría Louis? ¿Averiguaría algo Eddie?

                                CONTINUARÁ...

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