DOS CARAS

Tengo dos caras y un solo corazón, como dices tú. ¡Siempre soy dos!, a veces me lanzarías mil piedras y otras crees que valgo la pena.

En ocasiones, ando vagando como perro abandonado, después de haberme cansado de ser un hombre tan humano.

Cuando te veo tan cerca, regalando tu sonrisa a mi enemigo, intento hacerme el malo pero no sé cómo le hago, que siempre acabo llorando.

Todas las noches frente a mí cama ensayo para volverme un poco más amable, pero las heridas de mi alma empañan mi calma. Te busco en las fotografías que un día olvidaste, con la rabia entre los dientes, quemo tus recuerdos, todas tus imágenes, caricias y hasta los falsos besos.

Me decías que no entendías que ando buscando, han pasado muchos años y no lo encontrado, sigo viviendo en el pasado, recorriendo los mismos bares, medio borracho, cantando en los bancos¡ cuánto te extraño!.

Al llegar la noche y encontrarme solo en mi cuarto, agarro el teléfono y marco sin querer el número escrito en la pared, puedo decir que me siento feliz, hasta que la voz que suena del otro lado, eriza mi piel y envenena mi sangre.

El demonio está aquí ya se ha despertado, lo siento cariño, no puedo evitarlo. Tú sigue así, con ese tipo, pensando que los ángeles buenos están en el cielo, déjame decirte que te has equivocado, que tal vez mañana correrás a mis brazos.