HICIMOS EL AMOR A LO MODERNO PARTE 2 DE 2

Luego de esa mamada casi profesional, me tomó varios minutos para reponerme, minutos que usamos para jugar erotizando el momento a poner champaña en su pecho, champaña que yo quitaba con mi lengua de sus senos con avidez y produciéndole a ella un placer que se evidenciaba en su cara.

Cuando estuve listo para retomar la acción, fuimos a la habitación, en donde poniéndose en 4 me pidió: "Cómemelo completo" y yo loco por hacer caso a su pedido y poseído por el deseo y el calor, avancé hacia su colita y la penetré por detrás, mis envestidas eran rítmicamente certeras, tenían sutiles movimientos acompañados por nalgadas y hundidas de dedo en su conchita mojada al principio, y entrados en el verdadero placer tenían fuertes golpes dentro de sus nalgas y gritos de su parte suaves pero profundos.

Aprovechando la posición de perrito en la que la tenía, aproveché para entrar en ella por su cuquita que me pedía a gritos ser rellena por mi miembro. Entró fácil, estaba muy húmeda, fue un ingreso rápido, deslizante y profundo, profundo como el gemido que soltó mi hembra en celo que está vez fue sí muy alto en volumen, y estuvo a punto de hacerme correr dentro; sin embargo, logré resistirme y continuar una penetración desenfrenada y lujuriosa, sentí un espasmo en mi pene que me predispuso para recibir sus jugos vaginales y sus gritos de placer cada vez más fuertes y con mayor profundidad aún me lo confirmaron. Sin más, expulsé un chorro potente de semen en su interior, al mismo tiempo que ella emanó sus jugos y con su vagina casi acalambrada de placer terminó estallando en un increíble orgasmo.

Terminado todo, me limpió los residuos de mi semen mezclados con sus líquidos con su experta boca, nos despedimos de beso y me dijo: "Ojalá volvamos a vernos", cosa que no sucedió... Hasta ayer ¿Quién quiere saber lo que sucedió ayer?