Pasaban largas mañanas para Adán hasta la manzana.
Satán canta, lanza carcajadas macabras: llama a la plaga. Bravas ratas a manadas, tras la maldad, braman, sacan las garras, las clavan, arañan las caras. Ráfagas pardas, nada las para.
Satanás danza; canalla, alarga las manazas para atrapar a las masas, las arranca a la mala.
La Parca, dama blanca, saca las armas: Azagayas[1], navajas, lanzas, granadas, lanzallamas. Apalambra[2] las adras[3], las abrasa; ataca, mata, mata más. Nada la para.
Las masas, flacas, nada más tragan pan, nada más aparan[4], para nada más alcanza; acabadas, andan a rastras, atan máscaras a las caras, trazan raras cábalas para llamar a Satán; claman hasta rasgar la garganta:¡Basta ya Satanás!, para la plaga, baja las ratas a la nada; llama a la dama blanca al más allá Mas La Gran Cabra nada capta, nada más atrapa avasalladas almas, las aplasta, las atafaga[5], las aspa[6]; acaban masacradas.
Cansadas, las masas marchan a la alfana[7], llaman al abad, al papa dan ágatas; lanzan alabanzas a La Magna Alma Sagrada para tratar alcanzar la calma, mas la hallan matada: jamás ganarán la batalla, ya nada las salvará; jamás hallaran paz.
[1] Azagaya, dardo.
[2] Apalambrar, incendiar.
[3] Adra, porción de un barrio, barriada.
[4] Aparar, preparar.
[5] Atafagar, fatigar, sofocar.
[6] Aspar, atormentar.
[7] Alfana, iglesia. Voz de la germanía.
* Cuento publicado en la revistaLa Piedra número 07
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