Denunciar relato
Era un día nublado, estabas en la lejanía de una estrella.
El viento azotaba tu cabellera, la hacía galopar al compás de las nubes.
Era un momento tristemente mágico, era como si no estuvieras muerta
La lluvia comenzó a recitar su poema, el cual se convirtió en una orquesta fúnebre.
Tu figura se perdió en el eco de una lágrima lo sé, solo era un espejismo, una ilusión vana, un llanto sin nostalgia. Fui a tu sepulcro a platicarte lo ocurrido hace unos momentos. Fue en ese momento en que me di cuenta que también estaba mi tumba en el cementerio. Pero tú estabas ahí, sonriendo como siempre.
Ojala pudiera recordar que pasó después...
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales