Denunciar relato
Llegué
El clima era frío en ese lugar. Trataba de disimular mi miedo ocultándome con una máscara facial imaginaria.
Él lanzo una pregunta detonadora: ¿De qué sabor? Y a lo que yo respondí: De vainilla.
Al momento en que él servía el helado, se podía escuchar el llanto de éste al ser separado de las demás neveras de otros sabores. Es como si no se derritieran sino que lloraran los helados al ser separados brutalmente del resto
Finalmente pagué y me despedí con un Gracias y él también se despidió con un de nada
A pesar de estar lejos, aun escucho el llanto del helado...
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