La noche era fría, muy fría
El viento soplaba descontrolado
Un perro aulló tristemente
El hedor llegó inesperado
Los pasos eran cortos, muy cortos
La nieve frenó mi inquieto avance
El temor llegó de repente
La tensión dominaba aquel trance
La visión era dura, muy dura
Los cuerpos yacían acopiados
El sonido agobió por ausente
Los brazos duelen atenazados
La escena era cruel, muy cruel
Sus rostros reconocí de repente
Las lágrimas brotaron afligidas
El corazón encogió mi presente
La pena fue grande, muy grande
El llanto quebró el gélido silencio
Luces y sirenas creí percibir
Tras voces y pasos con apremio
La ayuda es lenta, muy lenta
La muerte ya había cerrado filas
Acompañado no recuperé el aliento
Los vivos nos llevamos las heridas
La impotencia es atroz, muy atroz
No puede recuperar el tiempo
Los restos, uno a uno, se retiran
Bajo el manto amargo del desaliento
Las noticias son tristes, muy tristes
Los hallados eran toda una familia
Sin trabajo, comiendo siempre restos
Sin ayudas, sólo les queda nuestra vigilia
La vida es frágil, tan frágil
Dependiendo de que se abra una puerta
El número en la fila ya es más corto
¿Quién se acuerda del pobre cuándo es Fiesta?
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