Memorias de Rusthalia 4: Triángulo del Bosque
Por Timothy Dolland
Enviado el 30/01/2014, clasificado en Fantasía
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Otro sade más se unía al hermoso pedestal, ahora la estela azul del Círculo del Agua estaba acompañada por la estela de luz morada del Rectángulo del Aire. Los dos hermanos estaban contentos de haber encontrado otro sade, además de Ruglee que había recuperado el sade de su membresía.
Pero Adam y Lily estaban inquietos, preocupados. Desde que Skyfei les había enseñado la Profecía de los Elegidos dudaban de que fueran capaces de cumplirla, incluso pensaban irse de Rusthalia antes de terminar las misiones.
Los tres estaban sentados en la gran mesa del centro del Salón de los Sades esperando a Skyfei. Según les había comentado, les tenía que decir algo de gran importancia. Pasado medio minuto la espera se cortó cuando la gran puerta del salón se abrió de par en par. Ante los tres aparecieron dos individuos; uno volaba, sin duda era Skyfei y el segundo, seguramente era otro duende guardián.
Los dos individuos caminaron hasta los más alto del pedestal y se pusieron de frente mirando las caras de Adam, Lily y Ruglee.
- Ante todo, ¡felicidades por recuperar el segundo sade! Pero pasemos al asunto serio. Corréis un gran peligro. Os acecha mi malvado hermano Subfei. Él es el que controla toda la oscuridad. En vuestra siguiente misión os podéis encontrar con él en persona. Sólo os puedo decir que tengáis cuidado, es muy poderoso. Yo me enfrentaría a él pero no puedo ininterrumpir durante las misiones - dijo Skyfei.
Los hermanos estaban sorprendidos. Estaban seguros de que alguien controlaba a todas esas especies raras que se habían encontrado durante sus dos anteriores misiones, pero nunca se hubieran imaginado que fuera un hermano de Skyfei.
- Bien, Ruglee ya puedes retirarte. Te sustituirá Tryam - mandó la gran guardiana a la duendecilla.
- ¡Adiós, y suerte! - se despidió Ruglee de los dos hermanos saliendo ya del Salón de los Sades.
- Os presento a Tryam, el duende guardián de la Membresía del Bosque. Él os acompañará en vuestra tercera misión: la búsqueda del Triángulo del Bosque - comentó Skyfei.
Tryam, un duende fuerte y joven, todo vestido de verde y con unas lianas que le recorrían el cuerpo del hombro al riñón.
- Encantado de conoceros elegidos - se presentó con una reverencia el fuerte duende a los dos hermanos.
Los tres, Adam, Lily y Tryam, sin más dilación fueron corriendo hacia los establos del Palacio de Cristal para coger... ¿unas motos? Tryam les enseñó una especie de motos mágicas que estaban cubiertas por sábanas sucias. Algo que los dos hermanos nunca se hubieran imaginado en un mundo mágico sin tecnología ni maquinaria. En fin... cada uno cogió una moto y se embarcaron en una nueva misión.
Al cabo de media hora recorriendo caminos y senderos los tres llegaron a la entrada de la Membresía del Bosque. Pararon sus motos mágicas y no entraron. Lo poco que conseguían ver de la Membresía del Bosque no eran árboles grandes, verdes y hermosos, sino todo lo contrario, mustios y sin hojas. Adam y Lily nunca habían visto algo semejante.
- Subfei ha estado aquí - dijo Tryam serio.
Los tres estaban cada vez más cerca de encontrarse con su peor y más poderoso enemigo.
Decidieron entrar en la membresía y siguieron adelante a pie por el camino principal. Adam y Lily observaban mientras caminaban por los destrozos. Unas partes totalmente calcinadas, otras, con rasgos verdes; al menos Subfei no lo había destruido todo. Después de deambular durante un tiempo sin rumbo fijo, los tres llegaron a lo que parecía ser un verde y gran prado lleno de flores silvestres; aquí no había corrompido Subfei.
Lily cogió con delicadeza una de las muchas flores, concretamente una hermosa amapola, su flor favorita. Después se la puso en el pelo.
Mientras ocurría esto en el enorme prado se levantó una fuerte ráfaga de viento que hizo que los tres se agarraran accesorios que corrían el peligro de irse volando. La ráfaga era cada vez mayor cuando a Tryam se le antojó mirar hacia el cielo. Ante su mirada de buen duendecillo se formaba una nube de cenizas negra como el carbón cada vez más grande, y que hacía que las nubes blancas y el cielo azul desaparecieran a un ritmo alarmante.
- ¡Subfei! - gritó valiente Tryam -. ¡Vamos a por él! - dio la orden.
Los tres se dispusieron a ir a por Subfei sin pensárselo dos veces. Prepararon y cargaron sus armas. Estaban preparados para la batalla.
Del cielo como un meteorito y son su misma velocidad, cayó una especie de cápsula naranja que poco después se abrió. Tryam no se confundía, la espeluznante figura que surgió del humo producido por el aterrizaje de la cápsula era Subfei; vestido todo de negro y con la piel de color rojo y negro, parecía el mismísimo diablo.
¡SOLOS CONTRA LA MAGIA MÁS PODEROSA Y PELIGROSA DE TODA RUSTHALIA!
Se iba acercando sigiloso hacia los tres y haciendo que lo que pisaba se destruyera.
De repente Tryam lanzó una de sus mágicas lianas. No sirvieron para nada. Nada más rozar al malvado mago se rompieron. Si Tryam no podía, para los dos hermanos era entonces algo imposible el tema de vencerlo.
Como si de un gran chispazo se tratara, las manos de ambos hermanos se iluminaron. Un enorme haz de luz se dirigió directo a Subfei, pero logró esquivarlo velozmente. Lo mismo pasó una y otra vez, pero el poderoso rayo de luz procedente de Adam y Lily no se desvaneció en ningún momento, hasta que finalmente dio a Subfei directo en su corazón de odio y ceniza.
El rayo no lo destruyó pero lo debilitó. Poco después agotado por el fuerte mazazo recibido Subfei desapareció con mirada de sed de venganza y con la palabravolveré.
Subfei no era tan inteligente. Antes de desparecer de nuestra vista, de su bolsillo cayó una piedra verde esmeralda. Corrieron directamente hacia ella, ¡era el Triángulo del Bosque!
Pero aún quedaba una cosa, la única amapola no eliminada por Subfei, la del cabello de Lily.
CONTINUARÁ...
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