Después de unas aburridas horas en la Universidad y unos minutos en el pesado tráfico de la ciudad, llego a casa, apreciando el hermoso atardecer de este lunes. Simplemente deseo olvidarme de todo y relajarme, pero el estrés me lo impide y en un rato caigo en una patética escena: me encuentro tumbada en el sofá, semidesnuda y escuchando rock clásico. Así que decido darme una ducha para cambiarle los ánimos a mi notable soledad, le subo el volumen a la música, me dirijo a mi pieza e inicio un juego con migo misma, con el reflejo en el espejo de mi habitación haciendo movimientos entre sensuales, inocentes y divertidos, todo esto al son de la música mientras me quito las bragas y una diminuta blusa que es lo único que me cubre (debo decir que se siente tan bien andar por la casa desnuda o con poquita ropa) poco a poco y con mis movimientos llego al sitio buscado , al momento grato , en el que un chorro de agua cae sobre todo mi cuerpo haciendo ese recorrido refrescante sobre mi piel , algo tan relajante que disfruto cerrando los parpados sin pensar en nada más que estos instantes; e inicio a enjabonarme a impregnar de jabón mi abdomen, mis piernas blancas , mis firmes tetas , y es entonces cuando mi mano derecha llega a mi flor la cual se encuentra en leve abandono (sin estímulos de grandes efectos) por al menos un mes ya. Así que ni siquiera lo dudo, me dejo llevar y comienzo a frotar con mis dedos, mis labios, lento pero con cierta firmeza... Froto... Froto... Froto... froto mientras el agua cae sobre mí; me es inevitable desear más, así que profundizo introduciendo un dedo dos tres dedos en mi vagina procedo a moverlos para mi deleite, agitándolos .variando el ritmo y la intensidad después de un mes sin sexo, esto se siente tan bien, tan delicioso que es inevitable que mi clítoris se ponga a cien e intente reventar de excitación. Oh si, simplemente sonrió, con mis ojos cerrados, sintiendo como la refrescante agua se derrama sobre mí y yo me derramo de a poquito en mis dedos. Entonces procedo a darle uso a mi mano izquierda, llevándola a mis pechos y notando cuan excitados están ya mis pezones, paraditos y duros, sí, me auto prendo aún más jalándolos y apretándolos con las yemas de mis dedos. De mi boca entreabierta se escapan algunos jadeos. Aquí estoy yo, ahora en una escena sublime, disfrutándome, autosatisfaciéndome al mejor nivel en una sesión donde mato al maldito estrés y me olvido del mundo. Uso mis manos como herramientas para venirme una y otra vez, tocándome como loquita, sonriendo y viendo como mis orgasmos se mezclan y confunden con el agua mis sensaciones cogen más impulso, causando un sismo de placer en mí, a tal grado que lanzo gritos de felicidad y gozo, a tal grado que la resistencia de mis piernas es entorpecida y de inmediato tiemblan, hasta que caigo sentada justo al final de por lo menos el quinto orgasmo súper satisfecha , en un trance donde mi cuerpo ya no tiene peso y solo escucho el agua caer y noto que en el estéreo la música aun suena.
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