Estaba sola en casa, aburrida y sin nada que hacer. Entré en Redtube y me puse un vídeo porno, para alegrarme un poco. Me quité los pantalones y las braguitas y me empecé a masturbar. Jadeaba mientras veía a una pareja de chicas comiéndose una a otra.
Apareció mi perrita. Una yorkie de tres años. No le presté mucha atención, yo seguía a lo mío, espatarrada en el sofá y gimiendo de placer.
Entonces, mi perrita sin previo aviso, metió su hocico entre mis piernas y me pegó un lametazo en mi interior. Yo me la quise separar pero ella volvía, lamiéndome mis jugos de manera rápida y sencilla.
Tras un par de intentos, la dejé que siguiera. Después de todo, me estaba dando placer. Yo me acariciaba los pezones y arqueaba la espalda mientras la pequeña yorkie me lamía.
No lo volví a hacer, porque me sabe mal... pero lo disfruté mucho.
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