He titulado así el relato, pues voy a contarles mi historia tierna y linda de amor adolescente que todos tuvimos estoy seguro, y que en mi caso fue con una mujer invidente (o ciega) tal como yo.
Todo comenzó porque sin saberlo y a kilómetros de distancia, teníamos una cosa en común: un programa de radio. El programa se llamaba Hablar por Hablar y consistía en recibir y poner al aire las historias de los oyentes que usaban los micrófonos ya sea para desahogarse o para contar una historia y quemar un rato de tiempo en la noche.
Debo confesar que soy somnoliento por naturaleza; así que, la idea de escuchar todo tipo de historias, poemas, cuentos, tristezas y demás en ese programa me agradaba demasiado y me hacía distraer mientras llegaba la hora de dormir que casi siempre superaba o supera las 2 o 3 am.
Una buena noche me decidí a llamar y compartir mi historia de vida (si quieres revisarla en mi perfil está como MI HISTORIA DE VIDA COMO REFLEXIÓN PARA TODOS USTEDES). Increíblemente, me entró la llamada como a la segunda marcación, cosa casi imposible en un programa de alta audiencia radial.
Inmediatamente cuelgo, me quedo esperando las reacciones que generaría en la audiencia, pero lo que pasó fue que entró la llamada de ella. Era para contar su historia también y sorprendentemente con una semejanza insólita, era un retrato de mi vida en versión femenina. Ella pidió mi número de teléfono al programador y unos días después me contactó.
Para este entonces teníamos ambos la inocente edad de 14 añitos, éramos tiernos (ella más que yo) pero sobretodo queríamos interactuar el uno con el otro. Vivíamos en ciudades separadas por casi 300 kilómetros, pero rompimos la distancia mediante el celular, durábamos horas y horas hablando, conociéndonos; reíamos mucho, y para qué mentir, esa mujer del otro lado del teléfono me tenía extremadamente cautivado.
Recuerdo como si fuera ayer ese flamante 10 de enero de 2009 cuando ella decidió darse una oportunidad conmigo, fue muy tarde a la hora que me dijo que sí, casi la madrugada; pero en fin, qué más daba si nosotros éramos una pareja nocturna por excelencia jajajaj.
Fueron tal vez los 2 años y medio más bonitos de mi vida, marcados por escenas de amor constantes, miles y miles de cursilerías y romantiqueos, locuras infinitas que incluyen desde viajar para vernos casi 5 horas en bus con un calor intenso y pasando por enfrentar opositores como su familia, marcados momentos de amor demostrados en noches de sexo desenfrenado para calmar la sed de uno por el otro, momentos difíciles como en toda pareja que supimos sacar adelante con ese amor ingenuo e incomparable; en definitiva, el verdadero amor adolescente.
Si enumerara los momentos más espectaculares de toda la relación se necesitarían páginas tras páginas pero el resumen puede encontrarse en algún cuento romántico de la edad contemporánea pero sin final feliz.
No sé cómo ni en qué momento se nos hizo imposible continuar, habíamos vencido miles y miles de obstáculos pero nos pudo el tiempo tal vez, o la distancia, lo cierto es que ese amor se redujo progresivamente y se hizo irrecuperable; sin embargo, me quedo tranquilo porque ambos luchamos hasta el último momento y supongo que somos conscientes que aunque el amor sea muy grande, el primero no será siempre el último.
Espero que ella consiga una persona que esté dispuesta a llevarla al extremo y la ame como en su momento lo hice yo, que no cambie esos hermosos sentimientos y confieso a todos los lectores mediante estas líneas que no es que siga enamorado de ella pues rompimos hace casi 3 años, pero la estimo un montón y deseo lo mejor para su vida.
Quisiera volver a "verla", pero pienso si la viera otra vez ¿Qué pasaría?...
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