Charlotte II
Estaban en la fiesta de compromiso. Charlotte bebía champán y hablaba con la gente, paseándose y exhibiendo su nuevo vestido. Era blanco y gris plata, cogido al cuello pero con la espalda descubierta. Llegaba hasta medio muslo y dejaba entrever los ligueros negros que se había puesto para la ocasión.
El lugar era precioso. Un salón comedor sencillo pero elegante, con dos largas mesas que hacían de barra y camareros que pasaban con bandejas de pequeños aperitivos.
Diana estaba a su lado, y le enseñaba el anillo a ella y a al resto de sus amigas con orgullo.
- ¡Un mes! Ya solo falta un mes chicas ¿podéis creéroslo?
A pesar de lo extraño que pudiera parecer, Charlotte quería a Diana. La consideraba su mejor amiga y tenían esa confianza propia de las amigas. Pero acostarse con Sam también era una necesidad que ya no podía dejar, una droga de la que no podía, y no quería desengancharse.
Vio a Sam dirigiendo su mirada hacia ellas, y supo qué quería al instante.
- Ahora vuelvo Didi se disculpó con su amiga, que no le prestó mucha atención, y siguió a Sam a una distancia prudente.
Sam se metió en el pasillo de los baños, siguió todo el pasillo hasta la última puerta, entró y la dejó entreabierta.
Charlotte lo siguió dentro del baño y cerró la puerta tras de sí. Sam estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho, y se quedó mirándola fijamente. Más bien a sus piernas.
- ¿Se puede saber por qué eres tan malvada? dijo con una media sonrisa, poniendo cara de sufrimiento.
Charlotte se miró el vestido y dio una vuelta completa, mirándose de arriba abajo.
- Es lo más dulce e inocente que pude encontrar dijo tratando de no reírse.
Sam se acercó y rozó su muslo con las yemas de los dedos, siguiendo el encaje de las medias hasta el liguero.
- Esto tiene de inocente lo que tú de tímida y recatada dijo siguiendo más arriba, tocando la cara interna de sus muslos, subiendo poco a poco hasta
- Ah - gimió la chica al sentir sus dedos resbalando entre sus labios.
- Así que ahora usas ligueros pero no bragas ¿eh?
Charlotte abrió mucho los ojos, como sorprendiéndose.
- ¡Ya decía yo que se me olvidaba algo! dijo en una carcajada mientras le quitaba el cinturón y desabrochaba los pantalones de su traje. Demasiado vestido vienes tú
Se agachó y se puso de rodillas, introdujo su miembro en la boca y se movió hacia delante y hacia atrás entre sus piernas, le lamió los genitales y toda la zona, se la besó, se la tocó con las manos, acariciándolo mientras chupaba una y otra vez. Cuando Sam estaba a punto de reventar se levantó, y él la subió al lavabo y la penetró contra el espejo, que Charlotte sentía frío en su espalda desnuda.
Charlotte gimió demasiado alto, y Sam le tapó la boca con fuerza. A Charlotte le gustó aún más que hiciera aquello. Alguien llamó a la puerta, pero ellos siguieron en silencio. Si alguien los había oído habría captado el mensaje. Una vez más, en el último momento antes de correrse, Charlotte imaginó que Diana entraba y contemplaba impotente cómo su prometido se corría dentro de su mejor amiga. Aquella visión la excitó aún más y llegó al orgasmo mordiendo con fuerza la mano con la que Sam le tapaba la boca.
- ¿Quedamos después de que acabe esto? preguntó Charlotte mientras se subía bien las medias y se arreglaba un poco el peinado.
Sam se abrochó el cinturón y se ajustó los pantalones.
- ¿Es que nunca te cansas? dijo Sam con una sonrisa burlona.
-Lo que pasa es que hoy duermes con Diana ¿no? ¿Sigue siendo tan aburrida en la cama?
Sam sonrió de nuevo y se acercó por detrás para besarle el cuello, haciéndole cosquillas.
- Bueno, te avisaré cuando se duerma - y dicho esto salió del baño con paso despreocupado. Dejándole un ardor en el cuello allí donde había posado sus labios.
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