EL TIC-TAC DE LA VIDA

Como cada ser humano fui, poco a poco, descubriendo la vida. Me iba dando cuenta de cómo las cosas van llegando, llegándonos, de una forma natural, al margen de nuestros deseos, esperanzas o proyectos. Despacio unas, deprisa otras.

Así pues, a mí también me llegó la segunda alegría de la vida: Aunque esperado durante meses y sorprendido como inesperado, me vi con un nieto en los brazos cuando aún tenía al abuelo en la memoria. Y me paré a pensar: Ya me ha llegado, ya he llegado, estoy donde estuvo… Es el ciclo de la vida. Imparable, constante. Es el tic-tac de la vida.