ES LA PRIMERA VEZ QUE HAGO EL AMOR EN UN COCHE (MARTES )

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Mañana del martes, tan hermosa como la de ayer, un día mas en mi rutina de higiene y alimentación. En cuanto a la ropa que hoy me voy a poner estoy en duda, no quiero repetir la que me puse  ayer. Ojala que este clima dure toda la semana, estoy deseando que sean las once de la mañana para ver a Tere. Mi imaginación se recrea en situaciones y estados imaginarios con ella, me excito solo pensando en verla.

Son las once y media, ya estoy en el parque de la pérgola, el sitio que ocupamos ayer está libre, me emociono al recordar sus muslos blancos y ropa interior, miro el reloj, el tiempo parece que no pasa, ya son las doce, Tere, sin venir.

Mi cerebro no para de repetir esta frase (Tere no me falles ven por favor) la frase se repite machaconamente en mi cerebro. Pasan unos vecinos, me saludan y me preguntan.

.- ¿Salva que haces aquí?

¡Qué les importa a éstos lo que yo hago aquí! acaso yo les he preguntado a donde van.

.- Estoy aprovechando la mañana que hace, pronto estaremos en invierno y cada rayo de sol y buen tiempo se debe de aprovechar.

.-  Tienes razón Salva ¿que tal tu mujer, no está contigo?

.- No, ella esta trabajando, la veré mañana.

.- Nosotros vamos a donde nuestra hija, a ver a los nietos.

.- Aprovechar el tiempo disfrutar de los nietos que ahora salen de la escuela.

.- Sí, nos vamos para verlos.

.- Agur.

Los que vivimos en pueblos o en barrios tenemos que soportar a la gente que se aburre de sus asuntos tan monótonos y aburridos, tienen que distraerse con los asuntos ajenos, ya me estaba asustado, pensaba que se iban a sentar en mi banco, ademas ¡A mi que me importa su vida!

Veo a lo lejos que viene corriendo Zuri, mi cara ha cambiado, ahora estoy pletórico, rebosante de alegría. ¡Como me alegra ver a este animal! un poco mas separada viene Tere, vestida con un pantalón vaquero ajustado, una blusa azul clarito, trae una chaquetita blanca en la mano, el pelo lo trae recogido en un pequeño moño dejando el cuello despejado. Viene con una sonrisa, parece que como yo se alegra de verme.

Cuando llega a mi altura, la miro le sonrío, ella me devuelve la sonrisa, todavía mas amplia que la mía.

. - Egun on.

. - Egun on, Salva.

.- Estas preciosa, hoy más que ayer.

.- Salva, vas hacer que me ponga roja.

.- Ya somos mayorcitos para ponernos rojos por unas afirmaciones.

.- Salva a mí hace tiempo que no me dicen estas cosas.

.- Por que estamos en Bermeo, aquí no esta bien visto que la gente se de dos besos para saludarse, si estaríamos en la capital te habría dicho, Egun on y te habría dado dos besos en las mejillas.

.- Dámelos.

.- Sin vacilar me acerco y rozo mis labios con sus mejillas, aprecio que el perfume es de una fragancia fresca y floral.

.- Tere ¡qué bien hueles! es una fragancia muy floral.

.- Este perfume es de Carolina Herrera

.- Tere ¿por qué no nos sentamos?

.- Tienes razón, vamos a estar mejor

.- ¿Que tal el día de ayer?

.- Mi vida es aburrida, a partir de que entramos la perra y yo en casa empieza la monotonía, mi marido y mis hijos solo hablan de fútbol, la tele es solo para ellos y poco mas, veo la tele, saco la perra, preparo la cena, rutina, aburrida rutina ¿tu qué has hecho ayer?

.- Ayer después de haber estado hablando contigo, tendría que haber escrito un par de cartas comerciales, pero cambie de opinión y en vez de escribir les llame a los clientes, uno de ellos me ofreció bajar a Bilbao para comer con el, no me lo pensé dos veces.

.- ¡Has estado comiendo en Bilbao! ¿En qué restaurante?

.- En un italiano, se llama, Hortaria Marchese del Porto, el dueño es amigo mió, casualidad que también es amigo de mi cliente, terminamos de comer sin prisas a las tres de la tarde Remigio, que es como se llama el dueño del restaurante, se sentó en nuestra mesa con nosotros, yo me tome un güisqui, hablando y haciendo unas risas. Salí solo del restaurante a las seis de la tarde, lo que más me gusta de las comidas y las cenas, son las sobremesas. Después de salir me fui a pasear por Bilbao hasta las siete, para poder coger el autobús de vuelta a Bermeo.

.-  ¡Que envidia me das Salva!

.- No puedo quejarme, la existencia mía no es mala.

Cuando miro a Tere, en sus ojos negros como la noche, hay un brillo de unas lagrimas eternas, el semblante es triste y melancólico ¡Cómo me atrae esta mujer! qué falta de vivir tiene. La blusa que lleva es de una tela ligera, se aprecia un sujetador de un azul mas oscuro que la blusa, dejando al descubierto un canal sugerente, a la vista el principio de unos pechos grandes, los de una mujer madura, blancos, sin marcas de haber tomado el sol en exceso.

.- Salva es la una y media, tengo que irme, la hora y media que estoy aquí contigo se me pasa volando ¿Vas a venir mañana?

.- Pues claro que voy a venir, te he visto el Lunes, hoy Martes, estoy deseando que sea mañana Miércoles, para volver a verte.

.- Salva no me digas esas cosas, me ponen nerviosa.

.- Mañana nos vemos a esta misma hora, me cuesta despedirme ¿Te puedo dar dos besos de despedida?

.- Claro que puedes, mañana si quieres, ven antes, voy hacer lo posible por venir yo también antes.

Le doy dos besos uno en cada mejilla, aprovecho para agarrarla de la cintura, ella me ha facilitado y presentado las mejillas para que le de los dos besos, llama a Zuri, amarra a la perra y se aleja con el paso un poco mas apurado que ayer.

 


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