LA ARROGANCIA SINONIMO DE SOLEDAD

LA ARROGANCIA SINONIMO DE SOLEDAD

Antonio siempre había menospreciado a los demás, hasta había días en que se sobrepasaba con sus padres; ellos le consentían sus caprichos lo cual ayudaba al niño a ser despectivo y egoísta.

Pero como todo cambia un día llego su padre muy preocupado con una noticia que no le gustaría; tenían que mudarse porque había perdido un gran negocio y aunque lo oculto estaban en la bancarrota, Antonio pataleo, grito, azoto puertas y rompió objetos pero nada sirvió tuvieron que llegar a un barrio de menos categoría.

Un día salió a caminar por el barrio y vio a los chicos que observaba por la ventana de su habitación,

De repente grito un chico – ¿Quieres jugar?

–      ¡Con ustedes, claro que no!

–      ¡Ja, que tal el nuevo!-dijo Richard esculpiendo los pies de Antonio.

–      ¡Tonto!-dijo Antonio lanzándose para golpear a Richard.

Todos los del barrio hicieron un círculo alrededor de los dos chicos y algunos alentaban a Richard para que golpeara fuerte al nuevo. Al mismo tiempo entraban al barrio los padres de los dos y en pleno zaperoco como pudieron los separaron

–      ¿Qué les pasa?-grito el padre de Richard.

–      Mírense como quedaron ¡tú Antonio con un ojo morado!

–      Y tu hijo, la cara y  labios partidos.

–      Qué pena señor Antonio nunca había reaccionado así.

–      Mi hijo recibirá su castigo.

–      ¡Claro, el mío también!

–      Papá; ese muchachito empezó todo.

–      ¡Cállate!-dijo su padre tomándolo por el brazo para sacarlo de allí pronto.

El castigo de Antonio fue quedarse en casa después del colegio, fue tal el disgusto por esto ya que él iba al barrio de alcurnia según el a visitar a sus amigos.

–      No más chantajes Antonio.

–      ¡Papá pero me quedare solo!

–      Hubieras pensado eso antes de pelear.

–      Yo amigo de esos.

–      No más con tu discriminación, veo lo mal que te hemos educado tu madre y yo.

Después de la discusión Antonio solo salía de su habitación para lo acordado.

Para Richard fue igual: no podía salir, pero él se escapaba a jugar con los chicos del barrio cuando sus padres estaban trabajando.

–      ¿Por qué no sales?-le grito una niña que lo vio en la ventana como todas las tardes.

–      No puedo- respondió Antonio con prepotencia.

–      ¿Es por la pelea verdad?

–      ¡Que suspicaz!

–      ¡Si no dejas que se te acerquen, siempre vas a estar solo!-dijo la niña alejándose del muro.

Esas palabras lo molestaron tanto, pero no las pudo borrar pensaba en todo momento en ellas hasta llegar a no dormir. Al día siguiente sus padres le tenían una noticia que no le iba a gustar nada:

–      ¡Yo no voy a ir donde los vecinos!

–      ¡No voy a aceptar reproches!

–      Si hijo tu padre tiene razón es mejor ir y limar las asperezas.

Al llegar a la casa Richard estaba fuera de la casa con sus amigos

–      ¡Lo que me faltaba!-pensó Antonio al ver a la niña y darse cuenta que también era amiga de él.

En la cena poco hablaron, fue un juego de miradas los padres se miraban los chicos también, al terminar Richard subió a su habitación. Más tarde Antonio subió porque tenía que ir al baño que estaba en el segundo piso.

–      Disculpa-dijo Antonio al ver que por error había entrado a la habitación de Richard.

–      ¡vaya tienes modales!

–      ¡El que no los tiene eres tú!

–      El baño esta allá-dijo Richard cortando la discusión que iba a comenzar.

Al salir del baño Antonio volvió a entrar a la habitación pero esta vez consiente de lo que iba a hacer.

–      ¡Admito que fui, muy grosero al responder!-dijo Antonio  de repente asomado entre la puerta.

–      ¡Yo exagere con mi reacción, te hubiera dejado y ya!

–      Aja…

–      ¿Quieres jugar?-dijo Richard echando al olvido lo ocurrido.

–      ¡Sí, soy muy bueno con los videojuegos!

Con el pasar de los días a Antonio se le fue olvidando que pertenecía a un supuesto nivel… Convirtiéndose  en Toño el amigo del barrio.