Denunciar relato
La simple mañana de sol naciente
Animada sutil por la mar hermosa
Juguetean a acariciarse el vientre
En la infinita lejanía temblorosa
El horizonte alegre de un nuevo día
Perpetuo cobijo del devoto viajero
Renace limpio de letanías
Tras una noche lánguida de frío severo
Complejo mural de vivos colores
Que encojen a vista nuestros sentidos
Recomponiendo fiel nuestros temores
Dejados de la mano del vagar dormidos
Conjunto admirable de incompetencias
Del cruel calor y la fresca agua
Reunidos a ojos de quien presencia
Tan impresionante, que las bocas callan
Y su amor de quiebros y alejamientos
A que nos obliga la escena rotada
Prolongado sólo por lluvia y viento
Nos demuestra aún que la vida, regala
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