Desde los espacios mas alegres de mi alma vi surgir algo nuevo, que torpemente intentaba escabullirse de mis ojos. Pasar desapercibido. Se ocultaba bajo una triste melodía pero su esencia la traicionó. Si, ella era furtiva, pero de mi nada escapaba..
Ella se extendía desde mi horizonte hasta el borde mas inexplorado de mi ser, ella baila al ritmo de intensos pianos y alza sus brazos acompañando decenas de violines que tocan solo para ella. Un angel entre los angeles ella es. Yo la vi nacer y nací sabiendo que ella era la única, generosamente la abracé intentando hacerle saber.
Yo era el único que reclamaba la luz de sus ojos y ella era la única que parecía no notarlo. Sus ojos, esos mundos que amaba, eran resplandores que alumbraban erráticamente por doquier. Yo solo los quería para mi..
Sin importar qué, ella solo bailaba, al parecer sin otra cosa en mente. Por lo menos para mi.
La imagine una vez de rojo, luego de haberla visto por última vez. Rojo fue el regalo que me dió. Rojo era el motor que me unía a ella. Rojo es mi color preferido, combina con su dulce piel. Su suavidad es un don que sabe utilizar.
Era tenue su participación en mi vida, gigante lo era el amor que me causaba! ..Grandes batallas libré para conquistar mi corazón perdido, para luego intentar recuperar el suyo..
Amada mía, no te haces una idea de lo capaz que es este amor. Amada mía, tu dejas que te ame sin dolor, sin recelos o remordimientos. ¡Qué grandiosa eres!, me permites amarte y no me juzgas con torturas ni mucho menos. En tus cabellos rubios he encontrado la paz, pero no puedo tocarla. Esa paz en ti es casi inalcanzable para mi.. Sin importar cuanto importe yo en tu corazón.
Oh, amada mía! ¿Dejarías a este combatiente corazón acariciar y sentir el tuyo?
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