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Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos. Cuando comía era todo un espectáculo, no respetaba las más elementales reglas, pero eso a ella no le importaba mientras fuera en su propia casa. Qué importaba si solo lo veía ella, como ahora, que ya habían terminado. Por eso, suspiró profundamente y recogió los dos cubiertos que estaban en la mesa, a pesar de que uno de ellos no se había utilizado porque la comida seguía en el plato, como siempre desde hacía un mes.
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