INJUSTICIAS

                                               INJUSTICIAS

Nadie está capacitado para distribuir justicia divina, ni para obrar en nombre de un Dios, pues resulta inverosímil sentir y obrar en nombre de un ser divino, al cual prácticamente se desconoce. Mejor aventurado veo a quien en nombre de nada y nadie obra debidamente que a quien justifique injusticias bajo los designios de un ser superior. Más próximo veo al prójimo y al ser humano a quien se siente recompensado por buscar el bien común desinteresadamente que a quien espera ser beneficiado por alguna cosa desde un cielo impenetrable desde el conocimiento humano. Y quien de acuerdo con esto obra bien puede tener su conciencia tranquila sin esperar que haya nadie que valore y perdone lo que aquí haya hecho. Y a mí parecer puede resultar más cristiano. Nuestro entendimiento es muy limitado acerca de este invento de la vida, pero puedo guardar la coherencia, la sensatez y la humanidad. El ser humano debe buscar el bien por convicción propia y no influido por mediación de miedos o compromisos con el más allá. Pudiendo resultar más sabio buscar así nuestro verdadero sentido. Aunque todo puede valer si nos permite ser mejores personas y sentirnos más dichosos.