Un mundo sin aire, el que dejaremos.
Por FreneticO
Enviado el 20/02/2014, clasificado en Ciencia ficción
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Carta para los señores con dinero:24/12/2098
Hola señores con dinero, les escribo esta pequeña cartita porque me gustaría contarles un poco como es mi vida aquí abajo, en la ciudad. Deseo que puedan leerla hasta la última letra :).
Quiero agradecerles mucho también por la regularidad con la que mandan los tanques de oxígeno. Pero papi dice que es gracias a Dios y no a ustedes, ¿Es verdad eso?. Pues yo creo que es gracias a ustedes..
Mi vida normal comienza a las 6 a.m. cuando el despertador que mi abuelita me regalo rompe en chirridos que dan miedo. Luego de arreglarme, desayuno yogurt enlatado.. Al principio no me gustaba el sabor a durazno seco, pero con el tiempo fui acostumbrandome.
Al finalizar mi desayuno, ayudo a mami a limpiar todos los filtros de la casa. El aire de afuera es muy malo y estos se dañanan con mucha facilidad, y como nuestra casa es un poco grande tenemos muchos de ellos. Así que nos toma casi toda la mañana (Gracias por bajarle el precio, papi está más contento ahora y eso me hace feliz).
Una vez que terminamos de limpiar los filtros, comenzamos a preparar la comida aunque un siempre apuradas. La cocina funciona con electricidad y ultimamente la boleta holográfica hace enloquecer a papi. No me gusta estar cerca de él cuando la recibe.
Papi llega a casa un ratito después y juntos compartimos la comida del día. Él nos cuenta anecdotas del pasado, donde el exterior era el mejor lugar para estar.
Aunque sea cierto lo que papi cuenta, no quiero que se preocupen por nosotros aquí abajo, hacemos lo que podemos siempre. Pero tengo que contar que me entristece ver el mundo de esta forma, mi abuelito me contó que todo ocurrio porque las personas de antes no se preocupaban por el planeta, y todo lo que sufrimos nosotros fue culpa de ellos. Pero yo se que ustedes no son así. Ustedes luchan por mantenernos vivos, por rescatar el planeta. ¿No es así?..
A la tarde tengo un tiempito libre para salir a jugar con mi mejor amigo Martín, aunque es un poco difícil porque debemos tener trajes de protección y mascaras feas que apenas nos dejan ver. Y si, por si se lo preguntan, también jugamos dentro de nuestas casas. Pero nos gusta más salir y ver eso que se llama sol. Aunque las mascaras y la nubosidad grisasea dificulten la vista, se puede notar una tenue mancha de luz casi que forma un círculo muy distante. Mi abuelito contaba que su padre fue uno de los últimos en poder ver el cielo junto al sol y la luna. Yo solo he visto fotos y.. mi deseo es poder ver con mis ojitos.
El resto del día que me sobra lo uso para leer novelas, las que papi me trae cada mes. En este momento estoy leyendo la séptima (y solo tengo 8 años ) , su nombre es "La maquina del tiempo" . Es mi favorita hasta ahora, me gustaría mucho viajar como el viajero del tiempo y volver al pasado para poder respirar aire puro. He decido que cuando sea mayor, inventaré una con mis propias manos.
Les contaré ahora algo que vimos un día con Martín. Estabamos jugando cuando fuimos atraídos por una de sus lindas naves. Corriendo la seguimos por entre los edificios hasta llegar a una de las zonas abandonadas. Martín y yo nos preguntabamos que podía singificar. Pero todo se develó por si solo. Cuando la nave aterrizó pudimos ver a una familia entera salir de entre los restos abandonados de un edificio para entrar en ella.
Así que luego de unos días, ideé un plan muy lindo. Si vienieron por esa familia, entonces pueden venir por nosotros.. Mañana es navidad y quiero pedirle un regalito a Papa Noél. (Es un secretito pero de todos modos se los cuento: Quiero que vengan a buscarnos a nosotros y nos lleven donde ustedes viven.. Ah! ¿Puede venir Martín también? Es una sorpresita para él, ya que también quiero pedirle que sea mi novio, crecer junto a él y darle muchos besitos. Mi plan es salir afuera mañana después de que papi llegue, y junto a Matín esperarlos. Nos quitaremos las mascaras y aguantaremos la respiración un ratito mientras llegan. Queremos ver con nuestros propios ojos. Pero shhh! No digan nada que es un secretito, se los cuento a ustedes por si Papa Noel no lee la cartita que le dejé en el árbol de navidad).
Así que ya saben, guarden en sus corazones el secretito y vengan por nosotros, por mi. Aunque sea solo para volar un ratito en sus naves por el cielo, solamente quiero saber como se siente. Muchas gracias y saludos! Les deseo feliz navidad allí arriba. Con mucho amor, Ludmila Ditlof.
Pd: No tarden mucho en venir porque levantaré sospechas, no olviden que es una sorpresa.
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