El Castillo de Acfhort
Juan y su novia laura están de vacaciones en escocia, se ha hecho de noche y andan algo perdidos en su auto. Ven la luz encendida de un bar al lado de la carretera y deciden parar a comer algo y repasar los mapas de carreteras que guardan en su guantera.
El local está vacío y tiene un aspecto un tanto lúgubre. Un hombre de unos 60 años les atiende desde el otro lado de la barra. Se piden un combinado de pollo y un par de cervezas que les sirve el camarero en una mesa.
-¿Está muy solitario esto, no? Dice laura
-Si, Hoy no es un buen día para salir de casa.
-Vaya, ¿el uno de noviembre la gente no sale de fiesta?
-En esta localidad no
-¿y eso por qué?
-Hace años tuvo lugar un desgraciado suceso cerca de aquí, en el castillo de Acfhort
-Se refiere al castillo que está a la salida del último pueblo
-El mismo, -El camarero les miró fijamente y tomando una silla se sentó con ellos en la mesa
cuenta una leyenda que dos jóvenes de 25 años, muy enamorados se fugaron de sus hogares que no aceptaban su unión y se refugiaron en ese castillo medieval. El padre de la chica, un hombre calvo y con un gran mostacho, era violento e intransigente. Había advertido a su hija que se alejara de su novio o de lo contrario los mataría a los dos. Al descubrir que se había fugado con él tomó un hacha y se fue al castillo a buscarlos desoyendo las súplicas de su mujer que temía por la vida de su hija. Los encontró acurrucados en el fondo de un gran comedor con chimenea y, sin mediar palabra los mató a los dos a hachazos.
Cuenta la leyenda que al volver a su casa el cielo se abrió y un rayo cayó sobre él arrebatándole la vida. Desde entonces cada uno de noviembre los vecinos del pueblo que se acercan al castillo dicen que oyen los gritos desesperados de los jóvenes amantes y el espectro de su asesino buscarlos por todo el castillo con su hacha sedienta de sangre.
-Ufff..., menuda historia dijo laura con los ojos abiertos como platos, al tiempo que el camarero se retiraba y los dejaba solos
-Si, es increíble, creía que estas historias solo pasan en el cine
Se quedaron los dos en silencio, miraron detrás de la barra, pero el camarero no estaba
-¿porqué no vamos? Le dijo laura a Juan
-¡Estas loca!, no ves que esto solo son historias de pueblo
-Y si fuera verdad...Yo quiero ir...será emocionante
Juan se quedó pensativo durante unos instantes
-Esta bien, vayamos. ¿Donde está el camarero?.
Se acercó a la barra y le llamó a gritos pero no apareció nadie. Dejaron un billete de 20 euros sobre la mesa y se marcharon en dirección al castillo. La carretera les dejo a unos100 metros. Cogieron dos linternas y prepararon los móviles para grabar. Entraron en una estancia con una chimenea en ruinas.
-Nada. Lo ves, tú, y tus fantasías -Dijo Juan a Laura
-Bueno pero tendremos una buena historia que contar cuando volvamos a casa
En ese momento se oyó un ruido. Parecían pasos. Los dos se quedaron en silencio y se cogieron de la mano. El ruido paró un momento y volvió a sonar. Ahora estaba mas cerca
-Hay alguien aquí dijo Laura apretándose contra él
-No hagas ruido le susurró Juan al oído
Los pasos se detuvieron y se oyó un sonido metálico y agudo, como de un metal rozando la pared.
-¿Vámonos, corre, vámonos! -Grito laura
Los dos se pusieron a correr pero al salir de la estancia El reflejo metálico de un hacha sobre sus cabezas les detuvo. Sin tiempo a reaccionar El arma homicida cayó implacable sobre sus cabezas. Los dos cayeron muertos al suelo. Un hombre mayor, calvo y con un gran mostacho se les quedó mirando.
_pagad vuestro pecado. Nunca se debe desobedecer el consejo de un padre.
Se dio media vuelta y salió del castillo. El cielo se abrió sobre él y un rayo le alcanzó la cabeza.
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