De entre los tantísimos deportes y juegos de pago que en Traksulah se practicaban - cosa que sucedía por la enorme variedad de razas que compartían el planeta con sus respectivas culturas - se imponía uno en particular, uno que generaba suficiente expectación como para convertise en poco tiempo, en lo máximo hablando de deportes o actividades extremas.
Esta actividad se conoció como "Último en pie". Nació de la insaciable imaginación de los mlodharianos junto a numerosas ideas de una organización deportiva que poseía grandes recursos financieros en Traksulah. Concistía basicamente en lo que su nombre proponía: Una cantidad dada de individuos debían enfrentarse a una extensa serie de desafíos que sobrepasaban los límites de la resistencia a lo largo de un día entero. Solo el mas apto llegaba en pie. Pero esto no significaba que los demás morirían en el intento. Simplemente, aquellos que no pudieran resistir más, se rendían o caían de rodillas a la espera de ser trasladados a algún centro médico. La muerte no estaba presente en las reglas, o por lo menos ningún participante podía aplicar la muerte a otro; esto no incluía la muerte por accidente o por falta de cuidado de los individuos.
- Tengo un mal presentimiento de esto amor mío. Piensatelo otra vez, ¡Quédate conmigo!
- No he entrenado los últimos años para no participar querida, además, las masas lo exigen. Es mi deber acudir y demostrarle a todo Traksulah que el nombre "Tidriso Milá" es mucho más que política.
Tidriso estaba muy seguro de si mismo, "Ultimo en pie" había restaurado la confianza y la paz en su alma, toda la agonía y la culpa del pasado simplemente habían abandonado su espiritu. Unos días faltaban para la celebración del 21º aniversario de Ultimo en pie, el primero para Tidriso, quien había pasado los veinte anteriores como presentador. Conocía a la perfección el juego, las reglas; tenía sus propias estrategias. Ni menos dejó pasar por alto a los vencedores de años anteriores, a quienes observó buscando puntos débiles, errores de estrategia y demás detalles significativos que podría utilizar a su favor.
-Bien- Él pensó. -Seguridad ante todo, les demostraré al pueblo y a mi mismo que soy capáz-
***
Traksulah resplandecía en matices metalizados por la civilización que dominaba gran parte de la superficie, altos edifícios espiralados se alzaban en la ciudad capital dando una extravagante vista aérea. Donde el nuevo presentador mlodhariaro Kar´Dlam´Toor se manifestaba en su plataforma de antigravedad repitiendo en su mente las palabras que darían comienzo a Ultiimo en pie. Finalmente desplegó el sistema holomográfico planetario, el cual se comprendía de miles de pantallas holomográficas en todas las ciudades y regiones del planeta, donde todos y cada uno de los habitantes podían seguir en vivo toda la acción.
La entrada de la ciudad desbordaba multitudes, la primer etapa de Último en pie iba a comenzar. Los participantes eran 45 esta vez. Preparados y concentrados ajustaban sus abrazaderas, regulaban los esquíes magnéticos, fijaban los aerodinámicos cascos a sus trajes presurizados; los cuales tendían a fallar por la brusquedad de la prueba o bien por errores de fabrica. Cual sea el motivo importaba poco, ninguno de los participantes lo deseaba.
Al momento de comenzar, el presentador mlodhariano descendió en su plataforma y se alzó unos metros delante de los participantes. Los analizó un momento antes de hablar.
- Bienvenidos participantes al 21º aniversario de Ultimo en pie - Las multitudes estallaron en cadentes gritos de emoción, demostrando satisfactoriamente la gran pasión. - Y bienvenido Traksulah ! Todos sabemos que en esta oportunidad el gran Tidriso Milá será uno de los participantes. El mas polémico a mi parecer - El presentador se dirigió hacia Tidriso y le cuestionó en torno a todo el planela - ¿Tienes algo que decirle a tu pueblo? -
- Por supuesto. - Respondió él. - Traksulah! Participaré en "Ultimo en pie" para demostrarles a todos que soy más que política aburrida, les daré un espectaculo. He entrenado arduamente para ser el absoluto vencedor - Otra vez la multitud estalló, todo el planeta se sintió orgulloso de Tidriso, mucho más de lo normal. hasta sus opositores sintieron un gran respeto en ese momento.
Todo estaba listo. En pocos segundos los competidores usarían los esquíes magneticos para desplazarse a mas de 400 km/h por un circuíto trazado de 970 km de longitud. Era simple, solo debían usar sus brazos para impulsarse hacia los costados en las curvas, aminorar o aumentar la velocidad mediante unos mandos ubicados en sus abrazaderas. Una prueba que exigía resistencia casi imposible, tecnicas de postura aerodinámica perfececta y sobre todo, reflejos innatos.
Un boom sónico estalló al fin. La competencia había comenzado. La mente de Tidriso solo recitaba una palabra: Ganar.
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